Ante un Incidente con Múltiples Víctimas (IMV), quien realiza el primer triage es el personal no sanitario responsable de la seguridad en la escena (bomberos, policía, etc.). La dificultad que supone para el personal no sanitario la priorización en la evacuación de las víctimas ha llevado a simplificar el primer triage con la creación del método SHORT.
Las letras del acrónimo SHORT son las iniciales de los pasos a seguir:
S (Sale caminando),
H (Habla sin dificultad),
O (Obedece órdenes sencillas),
R (Respira),
T (Taponar hemorragias).
Método SHORT
Este método consta de cuatro pasos, de los cuales uno, taponar hemorragias, ha de aplicarse simultáneamente con los demás.
El primer paso supone el desalojo de la zona por parte de todos los que pueden caminar. La secuencia de actuación es como sigue:
1º. ¿La víctima puede caminar?
• Cuando el rescatador accede al lugar donde se encuentran las víctimas debe ordenar en voz alta “que salgan caminando todas las personas que puedan hacerlo”, enviándoles hacia un lugar preacordado con la persona que ostente el mando sanitario. A estas víctimas se les mantendrá en observación.
• A quien sale caminando se le clasificará con el color verde.
• A quien no camina no se le debe insistir en que lo haga, y se valorará el paso siguiente.
2º. ¿Habla sin dificultad y obedece órdenes sencillas?
• Si su habla es normal en cuanto a tono, fluidez, coherencia e inteligibilidad y también obedece órdenes sencillas, se clasificará como “amarillo”.
• Si una de las dos premisas anteriores no es normal, si el habla no es normal o no obedece órdenes sencillas, se pasará a valorar si respira o si tiene signos de circulación. Habla sin dificultad
• Se considera que el habla no es normal cuando es: – Entrecortada (dificultad respiratoria) – Débil o que precisa “despertar” a la víctima para conversar (pérdida inminente de consciencia) – Ininteligible / Incoherente (afectación cerebral)
• Si la víctima no habla espontáneamente se le pedirá que nos diga de forma seguida nombre, dos apellidos y fecha de nacimiento, datos que nos aportan unas 10 a 12 palabras y que sólo utilizaremos para valorar el habla (la anotación de sus datos personales se realizará después, en el puesto médico avanzado). Ante un shock emocional resulta más fácil decir los datos personales que iniciar una conversación con frases suficientemente prolongadas. Si dudamos sobre un habla débil o entrecortada debemos pedirle a la víctima que hable con fuerza para destacar su posible alteración en el habla.
• Si se realizan otras preguntas como “qué le pasa” y nos emite respuestas de forma fluida no será necesario preguntar sus datos personales.
• En este paso no se le realizarán preguntas cuya respuesta sea sólo un monosílabo (“sí” o “no”), ya que no nos aportan información sobre el habla. Obedece órdenes sencillas (nivel de consciencia)
• Se le formularán órdenes concretas, sencillas y claras, como “mueve la pierna derecha, mueve el brazo izquierdo y/o abre y cierra los ojos”.
• No se le preguntará, por ejemplo, si puede mover un brazo, ya que nos puede responder con un “sí” a pesar de no ser capaz de hacerlo. Debemos comprobar que obedece esas órdenes.
3º. ¿Respira? (¿Signos de circulación?):
• Realizaremos apertura de vía aérea y aplicaremos el método tradicional de “Ver, oír, sentir” si es preciso.
• Si no se puede o no se sabe valorar si respira, comprobaremos signos de circulación (movimientos de deglución o cualquier movimiento).
• Si respira o presenta algún movimiento, la clasificaremos con el color rojo. Si está inconsciente le pondremos en posición lateral de seguridad para que no aspire un posible vómito o sangre y nos aseguraremos de la apertura de la vía aérea.
• Si no respira tras la apertura de la vía aérea, ni tampoco presenta ningún movimiento, la clasificaremos con el color negro; víctima fallecida o con mínima prioridad por lesiones incompatibles con la vida.
4º. Taponar hemorragias:
• Se taponarán todas las hemorragias que parezcan importantes, pudiendo encontrarse éstas en víctimas clasificadas como verdes, amarillas o rojas.
• Reevaluaremos periódicamente la eficacia del taponamiento
1. Rojo: primera prioridad para la asistencia y traslado. Son muy graves, inestables hemodinámicamente y requieren estabilización inmediata. Pueden sobrevivir si se tratan a tiempo. Según el método SHORT son aquellas que respiran o presentan signos de circulación, pero no hablan con normalidad o no obedecen órdenes sencillas. Permanecen entre las víctimas que no pueden caminar.
2. Amarillo: segunda prioridad. Son víctimas de gravedad moderada, estables hemodinámicamente y que pueden esperar unas horas para ser atendidas. Según el método SHORT estas personas hablan sin dificultad y obedecen órdenes sencillas, pero no pueden caminar. Se contemplan en este apartado a quienes no tienen afectación cerebral grave por traumatismo o por hipoxia secundaria a hemorragia o intoxicación y a quienes no tienen afectación respiratoria importante. En general se trataría de traumatismos óseos de EEII o de columna y/o lesiones medulares.
3. Verde: tercera prioridad. Son víctimas leves que pueden caminar. Pueden esperar al menos seis horas aproximadamente; su destino puede ser hospitalario o ambulatorio.
4. Negro: cuarta prioridad o sin prioridad. Estas víctimas son fallecidas o con lesiones incompatibles con la vida. Según el método SHORT son aquellos que no respiran y no muestran signos de circulación.
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