lunes, 26 de septiembre de 2016

Urgencias Oncológicas IV: Compresión Medular



Se produce por invasión directa del espacio epidural por una masa tumoral (tumor primario/metastásica), destrucción/aplastamiento de los cuerpos vertebrales, o por atrapamiento de la médula o raíces nerviosas.
Puede producirse por cualquier tumor siendo los más frecuentes: mama, pulmón y próstata; menos frecuentes: mieloma, linfomas, sarcomas.
Las causas más frecuentes son por afectación metastásica (90%):
Metástasis óseas, con/sin masa de partes blandas asociada
Metástasis meníngeas
Metástasis intramedulares


Clínica
El dolor suele ser el síntoma más frecuente e inicial precediendo en el tiempo a los síntomas neurológicos.
El dolor empeora con los movimientos, maniobras de Valsalva, espino-percusión sobre apófisis espinosas. La pérdida de fuerza en extremidades de predominio inferior, se presenta en el 80-85% de los pacientes.
Las alteraciones motoras (paresia) aparecen en el 60-80% de los casos y es el que suele motivar la consulta urgente del paciente. Posteriormente aparecen otros síntomas neurológicos como pérdida de sensibilidad.
El nivel sensitivo puede aparecer de uno a cinco niveles por debajo del nivel de la compresión, en forma de parestesias o entumecimiento. La impotencia, incontinencia o retención es un síntoma tardío y se asocia con peor pronóstico.

Diagnóstico
Lo más importante es una buena anamnesis y exploración neurológica.
RX columna: es poco sensible. Puede mostrar lesiones óseas características (erosiones de los pedículos, osteolisis, aplastamientos vertebrales) o ser completamente normal.
TAC columna: es más sensible. Indicada solamente en el caso de no poder realizar resonancia magnética (RMN) urgente.
RMN columna: es la prueba de elección. Tiene una elevada sensibilidad y especificidad, alcanzando una precisión diagnóstica del 95%. Se recomienda realizar RMN de toda la columna al ser frecuente la afectación a varios niveles.

Tratamiento
Es muy importante iniciar el tratamiento de manera precoz porque la evolución del paciente depende del estado neurológico que presente al inicio del tratamiento. Si el paciente presenta >24H de clínica instaurada, la capacidad de recuperación disminuye a un 10%.
Tratamiento sintomático: control del dolor, prevención del estreñimiento, valoración de profilaxis de trombosis venosa.
Corticoides: un bolo inicial de dexametasona 100mg iv seguido de 24mg/6H iv durante 2-3 días y a continuación una pauta descendente durante 10 días. No existe una dosis consensuada en la literatura.
Cirugía: ante inestabilidad vertebral, histología desconocida, tumor radiorresistente, lesiones en menos de tres cuerpos vertebrales, empeoramiento clínico o durante la RT, única localización de la compresión y en los que la compresión en el único síntoma de su tumor.
Radioterapia: debe iniciarse lo más pronto posible, en pacientes no candidatos a cirugía, así como en aquellos sometidos a descompresión quirúrgica. Descomprime tejido nervioso, disminuye el déficit neurológico en un 60% de los casos; revierte la paresia en un 15%, controla el dolor en un 70% y estabiliza la progresión local neoplásica.

Quimioterapia: indicada en tumores quimio-sensibles, tales como neuroblastoma, tumores germinales o linfomas. También se emplea en la recidiva de la compresión medular en los que la primera actitud terapéutica fue cirugía y/o radioterapia.

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