La FAVI es una técnica
de acceso vascular para hemodiálisis que consiste en la arterialización de las
venas superficiales del antebrazo, mediante anastomosis laterolaterales (o
terminolaterales) de la arteria radial y de la vena cefálica. Requiere un
intervalo de cuatro a seis semanas para ser utilizada.
Se accede a la
sangre mediante la punción de la vena en dos sitios y en dirección opuesta,
haciendo una de rama arterial, de donde sale la sangre, y otra de rama venosa,
por donde vuelve al paciente.
Es la vía de acceso
vascular ideal para la hemodiálisis. Las principales complicaciones son
trombosis, infección, isquemia distal de la mano o síndrome de robo arterial,
edema de la mano, pseudoaneurismas, etc.
Materiales:
Guantes.
Gasas.
Solución
desinfectante.
Jeringa de 10cc.
Suero fisiológico.
Esparadrapo.
Paño estéril.
Compresor.
Agujas de punción de
FAVI.
• Punción Arterial:
nº 15.
• Punción Venosa:
nº 16.
Realización
de la técnica
Preparación del
material.
Lavarse las manos.
Identificar al
paciente correctamente.
Informar al
paciente:
Preparación del
paciente: Lavado del miembro portador de la FAVI con solución jabonosa antiséptica
y situarlo en decúbito supino.
Preparación del
material sobre un campo estéril.
Colocación del paño
estéril bajo la zona de punción.
Comprobación del
funcionamiento de la FAVI.
Elección de los
puntos de punción, comprobando que no existen signos de infección y/o
hematomas.
Desinfección de las
zonas de punción.
Colocar el
compresor, asegurando suficiente presión manteniendo un buen pulso distal.
Colocación de
guantes estériles.
Canalización:
Iniciar las punciones con un ángulo de 45º y avanzar hasta que aparezca sangre
en la cánula. En ese momento se disminuye a 25-30º y se sigue introduciendo la
aguja de modo que quede bien canalizada. En ocasiones es necesario la rotación
de la aguja 90º para que el bisel quede hacia abajo y no choque con la pared del
vaso impidiendo la entrada de sangre a la aguja.
• Punción arterial:
Se realizará en una vena arterializada lo más lejos posible de la anastomosis
para evitar hematomas próximos a la misma que puedan comprometerla.
• Punción venosa:
Sirve cualquier vena del organismo, pinchando en dirección proximal y siempre
por encima de la punción arterial, con una separación de 4-5 cm. para evitar
recirculación.
Retirada de las
agujas al final de la sesión: Se realizará cuidadosamente evitando desgarrar la
vena y se presionará la zona de punción hasta que cese el sangrado.
Eliminar los restos sanguíneos
con solución salina, aplicar antiséptico y colocar apósitos de manera que no
rodeen la extremidad totalmente.
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