lunes, 7 de diciembre de 2015

Punción de la Fístula Arterio – Venosa Interna (FAVI)


La FAVI es una técnica de acceso vascular para hemodiálisis que consiste en la arterialización de las venas superficiales del antebrazo, mediante anastomosis laterolaterales (o terminolaterales) de la arteria radial y de la vena cefálica. Requiere un intervalo de cuatro a seis semanas para ser utilizada.
Se accede a la sangre mediante la punción de la vena en dos sitios y en dirección opuesta, haciendo una de rama arterial, de donde sale la sangre, y otra de rama venosa, por donde vuelve al paciente.
Es la vía de acceso vascular ideal para la hemodiálisis. Las principales complicaciones son trombosis, infección, isquemia distal de la mano o síndrome de robo arterial, edema de la mano, pseudoaneurismas, etc.


Materiales:
Guantes.
Gasas.
Solución desinfectante.
Jeringa de 10cc.
Suero fisiológico.
Esparadrapo.
Paño estéril.
Compresor.
Agujas de punción de FAVI.
• Punción Arterial: nº 15.
• Punción Venosa: nº 16.

Realización de la técnica
Preparación del material.
Lavarse las manos.
Identificar al paciente correctamente.
Informar al paciente:
Preparación del paciente: Lavado del miembro portador de la FAVI con solución jabonosa antiséptica y situarlo en decúbito supino.
Preparación del material sobre un campo estéril.
Colocación del paño estéril bajo la zona de punción.
Comprobación del funcionamiento de la FAVI.

Elección de los puntos de punción, comprobando que no existen signos de infección y/o hematomas.
Desinfección de las zonas de punción.
Colocar el compresor, asegurando suficiente presión manteniendo un buen pulso distal.
Colocación de guantes estériles.
Canalización: Iniciar las punciones con un ángulo de 45º y avanzar hasta que aparezca sangre en la cánula. En ese momento se disminuye a 25-30º y se sigue introduciendo la aguja de modo que quede bien canalizada. En ocasiones es necesario la rotación de la aguja 90º para que el bisel quede hacia abajo y no choque con la pared del vaso impidiendo la entrada de sangre a la aguja.

• Punción arterial: Se realizará en una vena arterializada lo más lejos posible de la anastomosis para evitar hematomas próximos a la misma que puedan comprometerla.
• Punción venosa: Sirve cualquier vena del organismo, pinchando en dirección proximal y siempre por encima de la punción arterial, con una separación de 4-5 cm. para evitar recirculación.

Retirada de las agujas al final de la sesión: Se realizará cuidadosamente evitando desgarrar la vena y se presionará la zona de punción hasta que cese el sangrado.

Eliminar los restos sanguíneos con solución salina, aplicar antiséptico y colocar apósitos de manera que no rodeen la extremidad totalmente.

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