jueves, 3 de septiembre de 2015

Urgencias Pediátricas III: Cuerpos Extraños en Aparato Digestivo


La ingestión de CE constituye la segunda causa de indicación de endoscopia urgente en pediatría. La mayor incidencia se encuentra en niños <5 años. Los objetos más frecuentes son monedas, juguetes de plástico pequeños, alfileres, tornillos, clavos, pilas, restos alimenticios, etc. Constituyen un factor de riesgo los antecedentes de cirugía digestiva, entre ellos la atresia de esófago. Alrededor del 20% queda alojado en esófago, 60% en el estómago y 11% en intestino delgado.


Clínica
Va a depender fundamentalmente de la localización y tipo de CE ingerido.
CE esofágicos: disfagia, odinofagia, sialorrea, regurgitación, dolor retroesternal. A veces produce estridor, tos y anorexia. Cuando pasa desapercibida, el paciente puede presentar neumonías aspirativas, perforación esofágica y/o fístulas tráqueoesofágicas.
CE gástrico: Con escasa sintomatología, salvo cuando erosiona o perfora el estómago.
CE intestinal: el 95% se expulsa sin dar sintomatología. Los CE punzantes largos que avanzan con la cabeza por delante, pueden enclavarse en alguna curva del intestino y perforarlo. En caso de estenosis, el CE puede ocasionar obstrucción intestinal. Las complicaciones que pueden aparecer pueden ser precoces (hemorragia, perforación, peritonitis, abscesos, fístulas) o tardías (alojamiento del CE en el apéndice o divertículo de Meckel, extrusión del CE a peritoneo o cavidad retroperitoneal).
Pruebas complementarias
Se aconseja realizar una radiografía posteroanterior y lateral de tórax y radiografía simple de abdomen, que permitirá demostrar el CE si es radiopaco. Ante la sospecha de CE no radiopaco se realizará tránsito con bario que mostrará obstrucciones o defectos de repleción.
Tratamiento
La gran mayoría de los CE ingeridos transita el aparato digestivo sin complicaciones y se expulsan por vía natural. Sólo alrededor del 10% se impactan y causan morbilidad, haciendo necesaria la extracción endoscópica y menos del 1% precisa tratamiento quirúrgico.
CE esofágicos: Todo cuerpo extraño retenido en el esófago debe ser extraído endoscópicamente en las primeras 12H.
CE intragástricos: Se aconseja dieta rica en residuos e investigación del CE en las heces. No está indicada la administración de laxantes, aunque ocasionalmente puede usarse aceites minerales. Deben ser extraídos si miden más de 5cm de longitud o 2cm de diámetro, si son punzantes o cortantes o si se sospecha complicaciones (perforación, hemorragia, obstrucción, etc). Los cuerpos extraños romos o no traumáticos se extraerán endoscópicamente si persisten en estómago durante más de 4 semanas.
CE intestinales: La necesidad de extraer CE del intestino delgado es muy limitada, y sólo excepcionalmente se puede extraer algún CE enclavado en duodeno que ocasione clínica suboclusiva. Cuando los CE han atravesado duodeno, las posibilidades de enclavamiento son muy escasas, siendo expulsadas por el recto sin problemas. Más del 80% de los CE se expulsan sin incidencias y es más, en porcentajes superiores al 60%, las familias no se enteran de esta expulsión espontánea. Se aconsejará a los padres dieta rica en residuos y que consulten si el niño presenta vómitos, dolor abdominal o sangrado digestivo. El CE en colon y recto debe ser observado si es romo y pequeño. En aquellos casos de estenosis anal por intervenciones de enfermedad de Hirschsprung o de atresia anal, podremos ayudar a su eliminación con tacto rectal si el CE es de contornos lisos. Si el CE es grande o filoso debe extraerse mediante endoscopia.
Las pilas de botón por su composición pueden provocar graves lesiones en la mucosa digestiva. Las pilas esofágicas deben ser extraídas de urgencia y las intragástricas si persisten más de 24H en estómago o si producen sintomatología.
La ingesta de objetos de plomo, que pueden elevar la plumbemia y ocasiona intoxicación por plomo, deben ser extraídos en las primeras 12-24H además de hacer determinaciones de plumbemia.



Bezoares: son conglomerados de pelos (tricobezoar), de vegetal (fitobezoar), de leche (lactobezoar) deglutidos por niños con trastornos del apetito. Pueden tener cualquier localización, siendo más frecuentes en estómago. Suelen ocasionar dolor abdominal, vómitos, anorexia, anemia, desnutrición, etc. En la exploración física puede palparse una masa epigástrica. El estudio esofagogástrico con bario muestra un defecto de repleción. Está indicada la extracción mediante endoscopia.
Diferentes pinzas endoscopia


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