Continuación
Incendios / explosiones
Incendios / explosiones
Riesgo debido a la
combustión rápida que se desarrolla sin control en el espacio y en el tiempo.
El factor de inicio
del riesgo de incendio y explosión dentro del sector del transporte sanitario
deriva de la utilización de grupos de soldadura junto a materiales inflamables en
los talleres, del almacenamiento de materiales incompatibles, del calentamiento
del motor de las ambulancias o de la incorrecta manipulación de las balas de
oxígeno.
Algunas de las
causas responsables de no poder hacer efectiva la lucha contra incendios son la
interposición de obstáculos entre los extintores, la no señalización o la ausencia
de los mismos, incluso la falta de iluminación de emergencia tanto en el taller
como en el centro de coordinación.
Los daños pueden ser:
quemaduras, destrucción de tejidos, infecciones, hemorragias, cortes,
magulladuras, intoxicación y pérdida de conciencia, asfixia y muerte.
Medidas
preventivas
Ordenar y limpiar
periódicamente el lugar de trabajo.
No fumar en
presencia de oxígeno y en los lugares donde esté prohibido.
Comprobar que el
taller dispone de recipientes incombustibles con cierre hermético para
depositar desperdicios de material inflamable (trapos impregnados en aceite,
grasas o combustibles).
Durante los
trabajos de soldadura, mantener alejados los productos inflamables, para evitar
el posible contacto con las chispas y la fuente de calor.
Comprobar que tanto
la nave, como la oficina y las ambulancias están dotadas de extintores y exigir
su revisión y retimbrado de forma periódica.
Verificar que las
vías y salidas de evacuación están señalizadas mediante paneles fotoluminiscentes
de color verde.
Pedir que los
extintores no estén colocados a una altura superior de 1,70m desde el suelo
hasta la parte superior del mismo.
No utilizar oxígeno
para limpiarte la ropa.
Evitar la
utilización de materiales que puedan producir chispas electrostáticas.
Comprobar que las
botellas de oxígeno están debidamente señalizadas y etiquetadas.
Almacenar en grupos
separados las balas de oxígeno llenas y las vacías; al abrigo del calor, en
posición vertical y atadas con cadenas de sujeción.
Proyección
de fragmentos o partículas
Circunstancia que
se puede manifestar en lesiones producidas por piezas, fragmentos, pequeñas
partículas de material o sustancias, proyectadas por una máquina, equipo,
herramienta o materia prima a conformar.
Este riesgo es muy
habitual durante las tareas de reparación y mantenimiento de las ambulancias en
los talleres, debido a la utilización de la radial o la esmeriladora, o al
realizar trabajos de soldadura sin la protección adecuada.
Otras causas
frecuentes del riesgo de proyección es realizar un cambio de aceite o abrir el
tapón del radiador de las ambulancias cuando el motor todavía está caliente.
La parte del cuerpo
donde más lesiones se producen son los ojos, siendo en muchas ocasiones causa
de accidente grave con pérdida total o parcial de la visión; otros daños pueden
ser la incrustación de partículas en diferentes partes de tu cuerpo, irritación
de la mucosa buconasal, heridas y cortes.
Medidas
preventivas
Pedir un
mantenimiento periódico de los sistemas de protección de la esmeriladora.
Rectificar o
sustituir las muelas de la esmeriladora cuando estén desgastadas de un modo
desigual.
Realizar el cambio
de aceite y del líquido de refrigeración siguiendo las instrucciones del
fabricante.
Exigir la
instalación de equipos de protección colectiva, Ej.: pantallas que aíslen el puesto
de trabajo.
Utilizar gafas
panorámicas o pantallas faciales transparentes y regulables en todas las
operaciones en las que se puedan proyectar sustancias peligrosas.
Usar guantes de un
material adecuado al trabajo que realices.
Usar delantales,
manguitos, polainas, siempre que las proyecciones puedan alcanzar otras partes
de tu cuerpo.
PVD:
exposición a pantallas de visualización de datos
Son los puestos de
trabajo constituidos por un equipo con pantalla de visualización provisto, en
su caso, de un teclado o dispositivo de adquisición de datos, de un pro grama
para la interconexión persona-máquina, de accesorios ofimáticos y de un asiento
y mesa o superficie de trabajo, así como el entorno laboral inmediato.
Los puestos de
trabajo que mayoritariamente sufren este riesgo son los ocupados por los
trabajadores que están en las oficinas de los centros de coordinación
utilizando las pantallas de visualización de datos (ordenadores) durante más de
cuatro horas diarias, es decir, desde el administrativo hasta el jefe de
tráfico encargado de planificar y supervisar los movimientos de las ambulancias
de la empresa.
La falta de sitio en
la mesa para apoyar las muñecas y los antebrazos mientras se teclea, o la
lejanía o cercanía de la pantalla a los ojos, junto con la situación incorrecta
del ordenador (muchas veces el ordenador se sitúa de lado) hace que se trabaje
con el tronco y la cabeza girada, provocando esfuerzos estáticos en la espalda,
el cuello y los hombros, además de problemas oculares.
Medidas
preventivas
Comprobar que la
distancia entre los ojos y la pantalla esté comprendida entre 60-80cm.
Asegurar de que
tanto la pantalla como el teclado son móviles.
Eliminar cualquier
objeto localizado en la parte baja de la mesa destinada para la ubicación de
tus piernas.
Utilizar sillas
ergonómicas, con cinco puntos de apoyo, asiento regulable en altura, con
respaldo reclinable y altura ajustable.
Ajustar la altura
de la silla, para que las piernas formen un ángulo recto con las rodillas y los
brazos con los codos.
Solicitar un
reposapiés regulable y de superficie suficiente.
Realizar descansos
frecuentes a lo largo de la jornada laboral, aproximadamente de 5min/H para
cambiar de postura.
Nunca colocar la
pantalla de forma que detrás o delante de ella exista una ventana o reflejos
indeseados.
Ruido
Cualquier sonido no
deseado que produce una sensación desagradable, provocando a medio y largo plazo
serias consecuencias en el trabajador.
El ruido durante el
traslado en ambulancia puede originarse por el tráfico rodado de las calles y
carreteras, el material electromédico, los equipos de radio comunicación y
especialmente por las sirenas. En algunos conductores el ruido de las sirenas
influye negativamente convirtiéndolos más agresivos en su conducción, anulando
o disminuyendo la capacidad de respuesta y la conducción prudente.
Otros factores
causantes de este riesgo son los ruidos continuos y generalizados en el centro
de coordinación, la falta de insonorización de los lugares de trabajo, los
sistemas de climatización defectuosos o la maquinaria en mal estado utilizada
en los talleres de las ambulancias.
Los síntomas
derivados que puedes llegar a sufrir son pérdidas de la audición, dolor de
cabeza, agresividad, fatiga, alteraciones del sueño, trastornos cardiovasculares
o incluso alteraciones del sistema digestivo.
Medidas
preventivas
Pedir que se
habiliten lugares de descanso y reunión.
Hacer controles
periódicos de audición.
Reclamar un
mantenimiento periódico y adecuado tanto de los motores de las ambulancias como
de los equipos y herramientas que se utilicen.
Proponer realizar
la evaluación de los niveles de ruido presentes en tu puesto de trabajo.
No dejar
innecesariamente en marcha la ambulancia.
Revisar los
silenciadores del tubo de escape y cámbialos si están deteriorados.
Pedir que las
ambulancias estén insonorizadas para conseguir que se reduzca o no llegue el
ruido procedente tanto del tráfico exterior, como de las sirenas o del propio
motor del vehículo.
Pedir la
sustitución de máquinas y equipos defectuosos o muy ruidosos por otros en mejor
estado y que ofrezcan similares resultados.
Sobreesfuerzos
Desequilibrio que se
produce entre la capacidad física de una persona y las exigencias de la tarea, realizándose
un esfuerzo superior al normal.
Principalmente los
trabajadores que sufren este tipo de riesgo, sois los profesionales de los
talleres del centro logístico de las ambulancias, debido a la manipulación de
repuestos y diferentes elementos pesados
de las mismas; y los conductores cuando realizan los traslados de los pacientes
(subirlos y bajarlos del vehículo, de sus domicilios o del centro asistencial).
También, las
ambulancias medicalizadas están dotadas de maletines o mochilas que contienen
un arsenal terapéutico necesario para la actuación sanitaria in situ antes de
colocar a la víctima en el vehículo, incluida una bala de oxígeno. Estas
mochilas pesan alrededor de 11Kg. y son transportadas por los miembros del
equipo en situaciones que requieren rapidez de actuación y en terrenos de
acceso dificultoso (pisos altos en viviendas sin ascensor, márgenes de
carreteras, zonas montañosas, etc.), por todo esto no son infrecuentes las
contracturas musculares, esguinces, contusiones u otros daños físicos más
importantes.
Medidas
preventivas
Utilizar
herramientas adecuadas al trabajo que se realice.
Pedir formación e
información sobre la correcta manipulación de cargas, enfermos y camillas.
Siempre que sea
posible, utilizar medios mecánicos auxiliares de carga:
·
Plumas
para la extracción y manipulación de los motores o piezas pesadas de las
ambulancias.
·
Camillas
o sillas de ruedas para el desplazamiento de pacientes.
Manipular las
camillas junto a uno o varios compañeros más, nunca lo realices tu solo.
En el caso de no
poder utilizar medios mecánicos, seguir las normas establecidas para el
levantamiento de cargas pesadas:
·
Separar
y apoyar bien los pies.
·
Doblar
las rodillas y no la espalda.
·
Mantener
la carga lo más cerca posible del cuerpo.
·
No
levantar la carga por encima de la cintura en un solo movimiento.
·
No
girar el cuerpo mientras transportes la carga.
·
Utilizar
guantes y calzado de seguridad, y en condiciones extremas, muñequeras y
cinturones protectores de la región lumbar o fajas.
Sustancias
nocivas y tóxicas
Posibilidad de
inhalación, ingestión o contacto, con sustancias o elementos perjudiciales o
venenosos para la salud.
La exposición más
clara y típica a este tipo de sustancias es cuando estás realizando la limpieza
de la ambulancia pues durante la misma utilizas diferentes productos, por
ejemplo, detergentes para la parte externa de la ambulancia y lejía y otros
desinfectantes para el interior de la misma, que por sí solos, y más si se
mezclan, pueden ser muy tóxicos para tu salud.
También estás
expuesto a este riesgo durante las operaciones de mantenimiento de las
ambulancias (aceites lubricantes, líquido anticorrosivo, combustible, humos de
soldadura, etc.), o cuando en el garaje del centro logístico coinciden más de
una ambulancia en funcionamiento sin tener conectados los extractores de la
instalación dando lugar a la acumulación de gases peligrosos como el monóxido
de carbono (CO).
La exposición prolongada
puede ocasionarte dolores de cabeza, mareos, vértigos, alergias, enfermedades
pulmonares, dermatosis, e incluso intoxicación y pérdida de la conciencia.
Medidas
preventivas
No fumar, comer ni
beber durante las operaciones de carga de combustible y/o cambio de aceites
lubricantes. Lavar las manos después de estas
operaciones.
Conectar los
extractores siempre que coincidan más de una ambulancia arrancada.
Solicitar las
fichas de seguridad de todos los productos químicos al fabricante o
suministrador.
Almacenar y
manipular los productos químicos según las recomendaciones de dichas fichas.
Pedir que te
informen sobre las medidas de seguridad indicadas en las fichas de seguridad.
En tareas de
limpieza usar mascarilla, guantes de seguridad, botas y ropa de agua.
En caso de rotura
del envase original del producto, utilizar otros recipientes adecuados y en
buen estado.
Etiquetar
adecuadamente los recipientes que contengan sustancias peligrosas o tóxicas.
Temperaturas
ambientales extremas
Posibilidad de
lesión o daño por estar sometido en el ambiente de trabajo a temperaturas muy
altas o muy bajas.
El principal factor
determinante de este riesgo es la falta o mal funcionamiento de los equipos de
calefacción y refrigeración, tanto en las oficinas del centro de coordinación
como en las ambulancias.
La climatización de
la ambulancia es muy importante pues además de influir en la conducción, puede
afectar negativamente a los pacientes que en esos momentos se encuentran en el habitáculo
posterior de la ambulancia.
El calor puede
provocarte alteraciones de la visión, mareos, vómitos, desmayos, calambres,
deshidratación y disminución de la atención. El frío puede producir
entumecimiento de tus manos y pies acompañado de un descenso de tu destreza
manual.
Medidas
preventivas
Ventilar
adecuadamente tanto la parte anterior como el habitáculo posterior de la
ambulancia.
Utilizar ropa
adecuada en función de las condiciones ambientales que existan, ropa ligera en verano
y de abrigo en invierno.
Pedir la
instalación de sistemas de climatización en las ambulancias y oficinas. Si
estos sistemas ya están instalados, exigir su mantenimiento y puesta a punto adecuada.
Evitar situarte
junto a los focos de climatización.
Reivindicar una
correcta distribución de los puestos de trabajo.
Evitar corrientes
de aire.
Vibraciones
Riesgo por la
exposición a movimientos rápidos y continuos que se producen en objetos y
materiales pudiendo transmitirse al cuerpo humano o a alguna de sus partes.
Las vibraciones
pueden trasmitirse a todo el cuerpo, afectando a personas sentadas, (si
trabajas en el centro de coordinación o conduces ambulancias) o de pies a
través de superficies de apoyo; o ser locales, transmitiéndose principalmente a
manos y brazos, sobre todo si trabajas en los talleres y garajes que se
encargan del mantenimiento y reparación de las ambulancias.
En general, las
ambulancias producen con mayor o menor intensidad vibraciones mecánicas debidas
al motor, la suspensión, al chasis y al propio estado de la carretera. Éstas
constituyen una forma de energía transmisible al cuerpo humano, que pueden llegar
a tener efectos adversos como: artrosis del codo, hernias, lesiones de muñeca,
calambres, trastornos nerviosos o mareos y vómitos.
Medidas
preventivas
Pedir un correcto
diseño ergonómico del asiento para que se reduzcan las vibraciones o su
transmisión al cuerpo.
Recordar que el
asiento debe estar dotado de un sistema de amortiguación eficaz que atenúe la
transmisión de vibraciones al conductor.
Mantener una
postura adecuada durante la conducción.
Pedir la revisión
periódica de los sistemas de amortiguación y suspensión de las ambulancias.
Pedir información
sobre los riesgos derivados de las vibraciones.
Utilizar las
herramientas adecuadas a la tarea que realices.
Sujetar los mangos
de las herramientas manuales sin hacer demasiada fuerza.
Solicitar
revisiones periódicas tanto de las ambulancias como de las máquinas y
herramientas, con el fin de detectar desgastes y holguras que puedan producir
vibraciones.
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