Estructura glandular secretora
de leche en las hembras de los mamíferos. La especie humana presenta un par de
mamas que se hallan situadas en la región anterior del tórax. De forma
aproximadamente semiesférica y sólo desarrolladas totalmente en las mujeres, en
su centro se encuentra una zona más pigmentada, la areola, que contiene el
pezón. La mama está compuesta por tejido glandular, adiposo y conectivo. El
tejido glandular mamario está influenciado por el ciclo hormonal
estrógeno-progesterona y sufre variaciones en cada ciclo menstrual. La
glándula, de naturaleza holocrina, presenta una estructura de racimo: los
numerosos ácinos (cuyas células son las secretoras de leche) se agrupan en
lobulillos y éstos a su vez en lóbulos, de donde parten los conductos
galactóforos que se dirigen al pezón, desembocando en el poro lactífero. Las
patologías mamarias más habituales son las de tipo inflamatorio o tumoral que
pueden ser benignas (quistes, adenomas y adenofibromas) o malignas. El cáncer
de mama es la neoplasia más frecuente en la mujer adulta y una palpación
periódica de la mama, conjuntamente con las mamografías, permite, en el caso de
padecer la enfermedad, una detención precoz de la lesión, lo que aumenta el
éxito del tratamiento. También se denomina pecho.