El paciente será trasladado a la
Unidad cuando se encuentre estable, y acompañado en todo momento por el
anestesiólogo encargado de la intervención, y si es posible por una enfermera.
• Estará continuamente vigilado
durante el traslado y si es necesario estará monitorizado.
• Una vez en la Unidad, el
anestesiólogo que ha acompañado al paciente, debe informar a la enfermera de
todo lo necesario para su vigilancia y tratamiento inmediato. Del mismo modo,
se debe dar un informe verbal al anestesiólogo encargado de la Unidad, que
recogerá:
– Antecedentes personales del
paciente: edad, enfermedades y tratamientos farmacológicos, alergias
medicamentosas, intervenciones quirúrgicas previas, discapacidades o dificultades
en la comunicación.
– Alteraciones agudas del
equilibrio ácido-básico, deshidratación, isquemia.
– Tipo de intervención realizada,
vía de abordaje, duración, presencia de drenajes y complicaciones de la
cirugía, como sangrado o isquemia prolongada.
– Tipo de anestesia y estado
preanestésico: ayuno, premedicación, problemas durante la inducción, relajante
y estado de reversión, tiempo y cantidad de opioides, balance de fluidos,
parámetros durante la anestesia, datos de laboratorio, complicaciones, empleo
de drogas vasoactivas, hemoderivados.
– Estado actual: estabilidad
hemodinámica, nivel de consciencia, constantes, estado de la vía aérea.
– Tamaño, número y localización de
las vías vasculares.
– Tipo de analgesia empleado y
tiempos de administración.