Definición y Características
Generales
Se define como la
presencia de aire en la cavidad pleural, produciendo el consiguiente colapso
pulmonar subyacente del que se van a derivar la sintomatología y los signos
cliníco –radiológicos.
La etiopatogenia
última del neumotórax se desconoce. El rol del tabaco cobra cada vez más preponderancia.
Cuando se produce la entrada de aire en la cavidad pleural el pulmón se
colapsa.
El grado de repercusión
funcional depende del tamaño de este colapso y de la reserva funcional del
paciente. Además el colapso está influido por la capacidad retráctil del pulmón
afectado, así en pacientes enfisematosos habitualmente el colapso no es muy
grande, mientras que en pacientes con fibrosis pulmonar ocurre al contrario.
Las causas son
múltiples, se denominan en función de su etiología específica:
• Neumotórax
iatrogénico. Ocurre tras una manipulación instrumental diagnóstica o
terapéutica: broncoscopia, toracocentesis, biopsia pleural, cateterización de
vías venosas centrales.
• Neumotórax
traumático. Tiene como antecedente el traumatismo torácico, bien sea abierto o
cerrado).
• Barotrauma. Se
produce en pacientes con ventilación mecánica, debido al hecho del uso de
volúmenes corrientes elevados y presión positiva al final de la espiración.
• Neumotórax
espontáneo. Cuando no existe ningún antecedente conocido. Se clasifica a su vez
en:
– Primario, cuando
ocurre en pacientes más o menos jóvenes sin patología pulmonar previa.
Suelen ser
pacientes altos, delgados, fumadores y con historia familiar de neumotórax en
torno a un 10% de los casos.
– Secundario, el
que ocurre en pacientes con enfermedad pulmonar previa.
Síntomas Guías y Signos
Exploratorios
Los más frecuentes
son el dolor torácico y la disnea que aparecen en el 85-90% de los casos. De
forma típica, el dolor es agudo, unilateral, de inicio súbito y de
características pleuríticas. La disnea, es inconstante, y dependiente de la
situación basal del paciente. Otros síntomas menos comunes son tos seca,
hemoptisis, sincope, ansiedad, debilidad extrema de extremidades superiores y
percepción de ruidos anómalos respiratorios. Hasta un 5-10% de los casos,
pueden ser asintomáticos y descubrirse accidentalmente.
El signo
exploratorio más común que en ocasiones es difícil de percibir, es la
disminución o abolición de murmullo vesicular en un hemotórax que se puede
acompañar de timpanismo en la percusión y disminución de las vibraciones
vocales. La frecuencia respiratoria suele ser normal. En los casos de
neumotórax extenso puede haber taquipnea y en el neumotórax a tensión es común
la taquicardia, la hipotensión y/o la cianosis.
Abordaje Diagnóstico, Diagnóstico
Diferencial y Criterios de Confirmación.
El diagnóstico de
sospecha se basa en los datos clínicos citados, y la confirmación en la radiografía
de tórax en proyección anterioposterior y en inspiración. En los neumotórax de cámara
pequeña en los que la radiografía convencional no es diagnóstica se solicitará
ésta en espiración forzada. El 25% se acompaña de un nivel hidroaéreo, secundario
a hemoneumotórax. En el neumotórax hipertensivo existe desplazamiento
contralateral del mediastino, la tráquea y los grandes vasos.
El diagnóstico
diferencial incluye el tromboembolismo pulmonar, la patología coronaria, la pericarditis
aguda, la disección aórtica, la rotura esofágica y la perforación de ulcus
péptico.
La radiografía de
tórax permite distinguirlo y junto a la historia clínica sugerir la etiología
del neumotórax.
Estratificación del Riesgo y Niveles
de Cuidados Iniciales
En la evaluación inicial
de un paciente con sospecha de neumotórax, son básicas la historia clínica, la
exploración física y la radiografía de tórax, que sirven para confirmar el
diagnóstico, establecer la cuantía del neumotórax y las posibles complicaciones
asociadas: neumotórax hipertensivo, bilateral, hemoneumotórax, neumomediastino
y enfisema subcutáneo.
Tratamiento
El objetivo del
tratamiento es evacuar el aire de la cavidad pleural y alcanzar la reexpansión
pulmonar estable.
Recomendaciones
de tratamiento conservador con reposo y oxigenoterapia
1. Neumotórax
espontáneos primarios de pequeño tamaño (<15-20%), sin o con muy escasa repercusión
clínica. Estos pacientes permanecerán en observación hospitalaria durante 3 a
24 horas y podrán ser dados de alta tras confirmar con la realización de una
nueva radiografía que no han progresado. Se les recomendará reposo domiciliario,
analgésicos, y reevaluación en consultas de cirugía torácica, hasta confirmar
la reexpansión completa.
2. Neumotórax
espontáneos secundarios de pequeño tamaño (apical o < 1 cm. desde la cúpula
hasta el reborde pleural) y asintomáticos. Se indicará ingreso hospitalario.
Recomendaciones
para el drenaje endotorácico aspirativo
1. Neumotórax
espontáneos primarios > 20%, independientemente de su repercusión clínica. Si
no hay derrame pleural emplear drenajes finos nº 8-10 F (tipo Pleurecath)
conectados a un sistema de drenaje bajo agua y a aspiración suave (-10 cm H2O).
Si hay hidroneumotórax, usar drenajes nº 20-24 F. Si el neumotórax es > 50%
no conectar la aspiración inmediatamente, sino pasadas unas horas, para evitar
la posibilidad de un edema pulmonar por reexpansión.
2. Neumotórax
espontáneos secundarios > 15% o, sintomáticos.
3. Neumotórax
iatrogénico, y traumáticos igual manejo que los secundarios.
Recomendaciones
para el tratamiento quirúrgico
Neumotórax
espontáneos recidivantes; fuga aérea > 5 días; falta de reexpansión pulmonar;
hemoneumotórax importante; neumotórax espontáneo bilateral simultáneo; neumotórax
espontáneo contralateral; neumotórax espontáneo a tensión y presencia de
bullas.
Hay dos técnicas
quirúrgicas para el tratamiento del neumotórax. La cirugía videotoracoscópica que
es de elección en el neumotórax espontáneo primario y en muchos casos del
secundario, y la cirugía abierta convencional que es la técnica alternativa con
un tasa de recidiva del 3-4%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario