Una de las epidemias
sociales de mayor y más rápida extensión en la pasada centuria y con
probabilidad de extenderse y hacerse aún más grave en el siglo XXI, lo es el
problema mundial de las drogas; fenómeno que representa una importante amenaza
para la salud y el bienestar de los seres humanos, al menoscabar las bases
socioeconómicas, culturales y políticas de la sociedad.
La
drogadicción, farmacodependencia o
drogodependencia es un padecimiento que consiste en la dependencia de una
sustancias químicas que afectan el sistema nervioso central y las funciones
cerebrales al igual que producen alteraciones en el comportamiento, en la
percepción, en el juicio y en las emociones. Los efectos de las drogas son
diversos, dependen del tipo de droga , de la cantidad y frecuencia con la que
es consumida. Pueden producir alucinaciones, intensificar o entorpecer los
sentidos o provocar sensaciones de euforia o de desesperación. El adicto
necesita consumir una determinada cantidad de la sustancia para alcanzar
ciertas sensaciones placenteras o bien para eliminar sensaciones desagradables
derivadas de la privación de esta (el llamado síndrome de abstinencia).
La
dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
Dependencia física:
El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se
interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se
conoce como Síndrome de abstinencia. Por ejemplo, algunos medicamentos para la
presión sanguínea.
Dependencia psíquica:
Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y que lleva a
buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener placer. El
individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y experimenta un
desplome emocional cuando no la consigue. Por ejemplo, la abstinencia de la
cocaína no trae síntomas como vómitos ni escalofríos como en el caso de la
heroína; en cambio se caracteriza principalmente por una fuerte depresión y
ansiedad.
Valoración de la
escena
Identificar la zona
en la que se encuentra el paciente, y valorar la seguridad para los componentes
de la dotación.
Observar el entorno
del paciente en busca de posibles indicios sobre el uso de sustancias tóxicas (jeringuillas,
agujas, medicaciones, presencia de vómitos, etc.), y evitar el contacto con
ellos.
Preguntar a amigos
o familiares acerca de la posibilidad de hábitos en el consumo de tóxicos.
Valoración primaria
Determinar la
respuesta del paciente a estímulos (Valoración AVDN).
Garantizar la
permeabilidad de la vía aérea.
En pacientes
inconscientes, realizar su control con cánula orofaríngea tipo Guedell.
Si existiera
vómito, lateralizar la cabeza del paciente, con control cervical en caso de
sospecha de trauma, y realizar un barrido digital y/o aspiración si procede.
Valorar el estado
respiratorio del paciente y sus alteraciones.
Bradipnea,
taquipnea, pausas apneicas o paro respiratorio.
Superficialidad o
profundidad anormal y/o irregularidad de los ciclos respiratorios.
Presencia de gran
esfuerzo respiratorio.
En los casos en que
existan alteraciones en la respiración:
Proporcionar
oxígeno a alto flujo mediante mascarilla con reservorio a 10-12 l/min.
Si la respiración
está ausente o existe una bradipnea extrema, ventilar con bolsa de resucitación
conectada a reservorio y O2 a 10-12 l/min.
Valorar el estado
circulatorio del paciente si existen alteraciones:
Si no lo hubiera
realizado con anterioridad, proporcione oxígeno a alto flujo mediante
mascarilla con reservorio a 10-12 l/min.
Valore el estado
neurológico del paciente.
Objetive posibles disminuciones
en el nivel de respuesta (AVDN) y su evolución tras las primeras
estimulaciones.
Determinar la
existencia de desorientación témporo-espacial y personal, agitación o
convulsiones.
Compruebe el tamaño
y reactividad pupilar, con el fin de determinar signos de miosis o midriasis,
así como enlentecimiento en la reactividad a la luz.
Si existen
alteraciones neurológicas:
Si no se realizó
con anterioridad, proporcione oxígeno a alto flujo mediante mascarilla con
reservorio a 10-12 l/min.
Si presenta durante
la atención un descenso del nivel de consciencia, colocar cánula orofaríngea
tipo Guedell y comunicar a la Central esta circunstancia.
En el caso en que
las alteraciones puedan comprometer las funciones vitales del paciente, iniciar
maniobras de SVB.
Exponer al paciente
retirando las ropas en busca de lesiones o señales que puedan ser indicio del
uso habitual de sustancias tóxicas.
Valoración
Secuandaria
Reevaluar de forma
contínua el ABCD del paciente. Si se detecta compromiso de las funciones
vitales se suspenderá la valoración secundaria e intentará su estabilización.
Explorar al
paciente desde la cabeza a los pies e interrogarlo (si su estado lo
permite).
Intentar descartar
la posibilidad de otras patologías subyacentes a la intoxicación (TCE, EVCA,
etc.)
Prestar atención a
signos de ingesta de bebidas alcohólicas o administración de otras drogas de
abuso (Ej. aliento del paciente, jeringuillas, pastillas, etc.)
El objetivo de la
valoración del paciente no se debe centrar en la determinación del uso de uno u
otro tóxico, o combinaciones de éstos, sino en la determinación de las
alteraciones de las funciones vitales producidas por el/los tóxicos, y en
descartar otras patologías enmascaradas por la intoxicación.
Monitorización constante del paciente, con especial atención en la vigilancia de la
FR (frecuencia respiratoria) y SatO2 (pulsioximetría).
Realización de
breve historia del paciente, si su estado lo permite, o está presente alguna
persona que pueda proporcionar la información requerida.
- Alergias.
- Medicaciones que estuviera tomando, relacionadas o no con el incidente.
- Enfermedades significativas, crónicas o no, que el paciente haya sufrido.
Resolución de la
actuación
Traslado en SVA
Si el paciente está
inconsciente o presenta alteraciones en sus funciones vitales que puedan
comprometer su vida.
Si las alteraciones
del paciente no corresponden al uso de tóxicos, pero son susceptibles de
valoración médica.
Si el paciente puede
representar un peligro para sí mismo o para el resto de las personas, y no
acepta ser trasladado a un centro sanitario.
Si el paciente
rechaza la asistencia y presenta alteraciones que aconsejen su traslado.
Tipos de drogas, sus riesgos y consecuencias
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