Las
infecciones oculares son las que afectan a las estructuras externas del ojo
como conjuntivitis, queratitis o infecciones externas (piel, glándulas,…). Su
diagnóstico suele ser fácil y la respuesta al tratamiento es buena. Hay que
tener presente una regla importante que es evitar el uso de colirios con
esteroides y fármacos que dilaten la pupila salvo que exista prescripción por
un especialista.
BLEFARITIS
Proceso
inflamatorio generalmente crónico y bilateral de los bordes de los párpados.
Las bacterias aisladas incluyen S.aureus, S. epidermidis, P. acnés y
corinebacterias. También se han descrito hongos como Pityrosporum y parásitos
como Demodex folliculorum.
Clasificación:
1)
Blefaritis anterior: afecta a la base de las pestañas. Según su etiología se
dividen:
•
Estafilocócica: caracterizada por eritema, escamas fibrosas blancas,
costras y collaretes alrededor de las pestañas.
•
Seborreica: presenta escamas más grasas y amarillas, se asocia a
dermatitis seborreica.
2)
Blefaritis posterior (meibomitis): también denominada disfunción de las
glándulas de Meibomio, ocurre cuando se afectan las glándulas de Meibomio. Hay
3 tipos: hipersecretora, obstructiva y sicca.
Clínica:
Irritación,
quemazón, sensación de arenilla, fotofobia, aparición de costras y
enrojecimiento en los bordes palpebrales. Muchos síntomas son causados por la
inestabilidad de la película lagrimal.
Suele
acentuarse por las mañanas y se caracterizan por remisiones y exacerbaciones clínicas.
Se debe descartar la existencia de defectos de refracción.
Tratamiento:
Aunque
es posible no conseguir la curación completa, sí puede realizarse el control de
los síntomas:
1)
Compresas calientes 2-3 veces/día.
2)
Masaje de los párpados 2- 3 veces/día.
3)
Higiene palpebral (champú infantil al 50%, toallitas palpebrales, 2 veces/día).
4)
Pomada antibiótica de eritromicina, tetraciclina o bacitracina 3-4 veces/día si
hay afectación estafilocócica.
5) Lágrimas artificiales 4-5 veces/día.
6)
Meibomitis recurrente, doxiciclina 100 mg vía oral, 2 veces/día 3 meses.
7)
Corticoides tópicos, en casos de aparición de flicténulas o úlceras marginales
estériles.
ORZUELO
Abscesos
estafilocócicos agudos de las glándulas sebáceas palpebrales. Muy frecuentes en
personas afectadas de blefaritis.
Clasificación:
•
Orzuelos externos: localizados en el borde anterior del párpado, en el folículo
de una pestaña y de su glándula asociada de Zeis.
•
Orzuelos internos: aparecen en la zona posterior sobre la conjuntiva tarsal del
párpado, en las glándulas de Meibomio. Son más dolorosos.
Clínica:
Tumefacción
nodular dolorosa e inflamada en el borde palpebral, pudiéndose romper produciendo
un drenaje purulento. Puede existir más de una lesión y ocasionalmente todo el borde
palpebral puede estar afectado.
Normalmente
autolimitadas (mejoran espontáneamente en 1-2 semanas), aunque en ocasiones
cronifican y evolucionan a un chalazión.
Tratamiento:
1)
Compresas calientes + masaje local 3 veces/día.
2)
Antibiótico tópico: ungüento de bacitracina o de hidrocortisona +
oxitetraciclina + polimixina B sulfato (terracortril pomada oftálmica) 3
veces/día durante 7-15 días.
3)
Si no desaparece tras 3-4 semanas bajo un tratamiento adecuado puede requerir
tratamiento quirúrgico (incisión y desbridamiento con extirpación de cápsula).
CHALAZION
Inflamación
granulomatosa crónica de las glándulas sebáceas de Meibomio que puede
presentarse de forma espontánea o secundaria a orzuelo o meibomitis. Se asocia
con frecuencia a rosácea y blefaritis crónica posterior.
Clínica:
Lesión
indolora de crecimiento lento, redondeada y firme de la superficie tarsal,
pueden ser múltiples o bilaterales. En ocasiones pueden causar visión borrosa
al inducir un astigmatismo por la presión en el globo ocular.
Tratamiento:
1)
El tratamiento tópico antibiótico tiene muy poco valor.
2)
Compresas calientes + masaje local.
3)
Normalmente requieren cirugía o inyección de corticoides en el interior de la
lesión (triamcinolona) o una combinación de ambas.
4)
Tetraciclinas sistémicas, como profilaxis en chalaziones recurrentes.
5)
Se debería realizar estudio histológico de todos los chalaziones atípicos o
sospechosos, ya que se puede confundir en ocasiones con una neoplasia maligna.
CANALICULITIS
Infección
poco frecuente del canalículo. Se puede deber a diversas bacterias, virus y
hongos, sin embargo, la causa más frecuente es un bacilo grampositivo
filamentoso Actinomyces israelii.
Clínica:
Lagrimeo
persistente, dolor en la zona del canalículo, punto lagrimal eritematoso,
dilatado y elevado; al exprimir el canalículo se observa reflujo de material
purulento. Se debe obtener cultivo.
Tratamiento:
1)
Compresas calientes.
2)
Masaje digital.
3)
Antibioterapia de amplio espectro.
4)
En ocasiones es necesario canaliculotomía desde la superficie conjuntival para
eliminación de cálculos.
DACRIOCISTITIS AGUDA
Inflamación
aguda del saco lagrimal y del tejido conectivo circundante como consecuencia de
la obstrucción del conducto lagrimal que impide drenaje normal desde el saco a
la nariz.
El
estasis crónico de las lágrimas determina su infección bacteriana secundaria.
Los patógenos más frecuentes son S. pneumoniae, S. aureus, S. pyogenes en las
formas agudas y H. influenzae, Pseudomonas spp, enterobacterias y micobacterias
en las formas crónicas.
Clínica:
Edema
y eritema por debajo del tendón del canto medial con distensión del saco
lagrimal, dolor local que puede ser intenso, reflujo mucopurulento por los
puntos lagrimales al presionar en la zona del saco, incluso puede fistulizar
hacia la piel. Excepcionalmente puede producir celulitis orbitaria,
tromboflebitis del seno cavernoso y septicemia.
Tratamiento:
1)
Compresas calientes y masaje local 3-4 veces al día.
2)
Antibióticos sistémicos (amoxicilina/clavulánico 875/125mg/8H vía oral,
7-15 días).
3)
Antibióticos tópicos (tobramicina 1 gota/4 veces al día).
4)
Analgésicos.
5)
En caso de fluctuación, incisión y drenaje del saco dejando que cicatrice por
segunda intención (la cirugía está contraindicada mientras exista infección
aguda).
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