Introducción
Definimos las
intoxicaciones por gases como las producidas por sustancias que en condiciones
normales y a temperatura ambiente se encuentren en estado gaseoso. Según el
mecanismo de acción por el que produzcan su toxicidad se hablará de gases
tóxicos irritantes y no irritantes:
1. Irritantes: Frecuentes
en determinadas industrias y en los productos de limpieza del hogar. Se dividen
en dos grandes grupos:
• Gases
hidrosolubles: amoniaco (NH3), formaldehído (formol) y otros
aldehídos, cloro y derivados clorados (Cl2H, HCl), flúor y sus
compuestos, óxidos nitrosos (NO2, N2O4), ácido
sulfhídrico (H2S), acroleína, benceno, etc.
• Gases poco
hidrosolubles: fosgeno (COCl2), ozono (O3), bromuro (CH3Br),
y cloruro de metilo (CH3Cl).
Todos estos gases,
por sus características químicas, se comportan como irritantes de las vías respiratorias
superiores e inferiores. Su acción irritante también se produce sobre el resto
de las mucosas con las que entran en contacto produciendo: irritación ocular,
rinitis, odinofagia, tos, ronquera, disnea, traqueobronquitis, edema de glotis,
broncoespasmo, neumonitis química, insuficiencia respiratoria aguda y edema
agudo de pulmón no cardiogénico (EAPNC).
Las lesiones en la
vía aérea dependerá del tiempo de exposición, de la concentración del gas en el
aire ambiente y de su solubilidad acuosa. Los gases poco hidrosolubles apenas
ejercen efecto sobre la vía aérea superior, pero sí penetran fácilmente hasta
alcanzar los alvéolos, originando un cuadro de tos, broncoespasmo, dolor torácico,
EAPNC en el plazo de 12-24H, mientras que los más hidrosolubles pueden provocar
intensas lesiones en el tracto respiratorio superior y en las mucosas externas.
2. No irritantes o
asfixiantes
Monóxido de carbono
(CO), dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), nitrógeno
(N2), cianuro (CNH).
Actúan desplazando
al O2 del aire ambiente y a nivel sistémico provocan hipoxia tisular
al inhibir la respiración celular e interferir en el transporte de oxígeno.
Podemos hacer una
clasificación según el mecanismo por el que actúan así como por la frecuencia con
que se dan.
INTOXICACIÓN
POR HUMO
El humo o “gas
mixto” se trata de una mezcla visible de gases irritantes, no irritantes,
asfixiantes simples, vapores y partículas sólidas de carbón (hollín) producidas
durante la combustión incompleta de materiales orgánicos. El humo es la
principal causa de morbimortalidad en un incendio.
El 70-80% de las
víctimas presentan lesiones por inhalación de humo, siendo ésta, además, la
causa más frecuente de muerte tanto en pacientes que presentan quemaduras como
los que carecen de ellas. El fallo respiratorio no se debe únicamente a la
intoxicación por gases, sino que también puede ser secundario a lesiones por
calor, a quemaduras extensas o a fracaso multiorgánico.
La composición del
humo de un incendio varía en función del material que se queme. Los productos
liberados de la combustión son principalmente:
• Gases
irritantes: acroleína, formaldehído, acetaldehído, amoniaco, óxidos de
azufre y nitrógeno, fosgeno, ácido clorhídrico, etc. Son tóxicos irritantes
para la vía respiratoria superior e inferior, produciendo quemaduras químicas,
irritación e inflamación de mucosas.
• Gases
asfixiantes: CO2, CO y CNH. El CO2 desplaza al O2
del aire ambiente, disminuyendo la fracción inspiratoria de O2. El
CO y el CNH, gases con toxicidad sistémica, están considerados como los gases
más peligrosos de todos los que podemos encontrar en el humo.
Producen una
intoxicación aguda al generarse carboxihemoglobina (COHb) y cianohemoglobina.
El CO aparece en la
combustión incompleta de compuestos orgánicos que contengan carbono, pudiendo
originarse cianuro en la combustión de compuestos nitrogenados (lana, seda,
vinilo, poliuretano, algodón, etc).
• Partículas de
hollín: partículas no tóxicas pero que por su pequeño tamaño pueden llegar a
la vía aérea inferior donde producen una reacción inflamatoria con
broncoespasmo y edema pulmonar.
• Aire caliente
y vapor de agua: lesiones térmicas en la vía aérea superior.
En diversos
estudios se ha visto que la actuación sinérgica del calor, la falta de oxígeno
y la presencia de CO y CNH hacen que las intoxicaciones de estos gases sean más
graves que si ocurrieran por separado.
Clínica
Las manifestaciones
clínicas van a estar relacionadas no sólo con la composición del humo, sino
además con la presencia de un ambiente pobre en oxígeno, altas temperaturas y
estados de bajo nivel de consciencia:
• Si la
concentración de oxígeno en el aire ambiente baja del 21% al 15-18% el paciente
tendrá disnea de esfuerzo, entre el 10-14% la disnea se hace de reposo y entre
el 6-8% se produce pérdida de consciencia y muerte a los pocos minutos.
• Además las altas
temperaturas de los gases que se inhalan provocan lesiones térmicas limitadas a
la vía aérea superior (inflamación, ulceración, necrosis, etc.), ya que los
gases inhalados se enfrían muy rápidamente, por lo que el parénquima pulmonar
no se suele afectar. A mayor temperatura y mayor tiempo de exposición se
producen lesiones más graves.
A todo ello se puede
asociar una situación de bajo nivel de consciencia (en intoxicaciones etílicas,
traumatismos craneoencefálicos…) pudiendo agravarse las lesiones.
Los síntomas que
puede presentar una persona que ha sufrido una intoxicación por humo pueden ser
muy variados.
• El aire inhalado
a altas temperaturas es rápidamente enfriado en la orofaringe, limitándose las
lesiones a la vía aérea superior, produciendo inflamación (edema de glotis y
laríngeo), ulceración y necrosis. Hay que sospechar dicha obstrucción ante
disnea inspiratoria, disfonía, estridor, esputos cabonáceos o disnea
espiratoria unida a sibilantes que nos indican lesión de vía aérea inferior.
• Los gases
irritantes junto con las partículas de hollín afectan a la vía aérea superior e
inferior causando: tos, disnea, expectoración mucosa con restos de hollín,
insuficiencia respiratoria, broncoespasmo, laringoespasmo y EAPNC.
• La disminución de
la concentración de oxígeno en el aire ambiente origina hipoxia tisular.
Los gases
asfixiantes como el CO y CNH también producen hipoxia tisular a través de
distintos mecanismos: por unión con la hemoglobina, originando
carboxihemoglobina y cianohemoglobina, que disminuyen el transporte de oxígeno
a los tejidos, desviación de la curva de disociación de la hemoglobina a la
izquierda, inhibición enzimática que impide la respiración celular. Pueden aparecer
alteraciones neurológicas (cefalea, vértigo, debilidad muscular, alteraciones visuales,
confusión, convulsiones, coma), cardiovasculares (taquicardia, hipotensión, arritmia,
síndrome coronario agudo, parada cardiaca), respiratorias (disnea, taquipnea, hipoxemia,
cianosis), metabólicas (acidosis) y digestivas (náuseas y vómitos).
• Las
complicaciones respiratorias (neumonías, EAPNC) pueden producirse hasta pasados
varios días, debiendo sospecharlo en unos grupos de riesgo:
– Exposición
intensa y duradera en lugares cerrados.
– Quemaduras
faciales o cilios nasales chamuscados.
– Han sufrido
lesiones graves en el incendio.
– Acompañantes de
otros que han muerto o están graves.
Además se pueden
producir complicaciones más tardías, días o semanas después: bronquiectasias, atelectasias,
lesiones cerebrales postanoxia, estenosis subglóticas, etc.
• Se consideran
pacientes de alto riesgo: niños, ancianos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC), cardiópatas y embarazadas. En estas últimas la mayor afinidad de la
hemoglobina fetal por el CO implica niveles entre 10-15% mayores de COHb en el
feto que en la madre.
Valoración
inicial y diagnóstica
1. Anamnesis:
Obtenerla del
paciente cuando la situación así lo permita, o de sus acompañantes. Tener en cuenta
que todo paciente que proceda de un incendio está intoxicado por CO hasta que
se demuestre lo contrario. Le preguntaremos:
• Antecedentes
quirúrgicos y médicos de interés, alergias medicamentosas, tratamiento
habitual, consumo de drogas, tabaco.
• Las
características del incendio: material combustible, si ha tenido lugar en un
espacio abierto o cerrado, tiempo de exposición, lesiones por quemaduras,
pérdida de conciencia, traumatismos, etc.
• Se investigará la
clínica que presenta: tos, odinofagia, esputo negruzco, estridor laríngeo, disnea,
dolor torácico, síntomas neurológicos, etc.
2. Exploración
física:
Hay que realizar
una exploración física general. Buscar signos y síntomas de quemadura
inhalatoria (quemaduras corporales, pelo nasal chamuscado, hollín en boca y nariz,
esputo carbonáceo, abrasiones corneales, etc.) y de insuficiencia respiratoria
debida a hipoxia tisular (por inhalación de aire pobre en O2, de gases
asfixiantes o irritantes de la vía aérea).
• Signos vitales
(PA, FC, FR, Tª, Sat O2). Los pulsioxímetros convencionales pueden
dar valores falsamente elevados de Sat O2 en intoxicados por CO, ya
que la COHb absorbe una longitud de onda del pulsioxímetro similar a la de la
oxihemoglobina. Los modernos pulsicooxímetros miden con un sensor especial,
además de la sat O2, la COHb, la metahemoglobina, el índice de
perfusión e incluso la hemoglobina total.
• Auscultación
cardiopulmonar.
• Exploración
neurológica completa.
3. Pruebas
complementarias:
•
Electrocardiograma (la hipoxia tisular puede precipitar isquemia, arritmias,
etc).
• Hemograma,
bioquímica (el aumento de urea y creatinina pueden sugerir insuficiencia renal secundaria
a rabdomiolisis. Ante su sospecha debe solicitarse creatinfosfoquinasa
plasmática). Estudio de coagulación. Solicitar enzimas cardiacas para descartar
un síndrome coronario agudo.
• Gasometría
arterial basal: pH, equilibrio ácido-base, anión gap, lactato (buscar acidosis
metabólica secundaria a hipoxia tisular). Carboxihemoglobina: elevada en los
casos de SDIH con inhalación de CO. Se deben realizar analíticas seriadas de
COHb cada 4H, o monitorizar con pulsicooxímetro. Las intoxicaciones por CNH
cursan con acidosis metabólica con anión gap aumentado. Un valor de lactato
superior a 7,5mmol/L sugiere concentraciones tóxicas de cianuro.
• Rx de tórax,
aunque en un principio será normal se solicita para poder compararla con Rx posteriores,
cuando sea necesario realizarlas.
• La broncoscopia
con fibra óptica se realiza cuando se sospecha lesión por inhalación de humo y
en intubados. Permite visualizar la región supra e infraglótica y diagnosticar
el grado de lesión pulmonar, la presencia de inflamación, edema o necrosis por
lo que ayudará a tomar decisiones terapéuticas.
Tratamiento
• A nivel
prehospitalario es necesario dar una atención rápida a las víctimas alejándolas
del proceso de combustión, quitarles la ropa que esté ardiendo y hacer una
valoración de la vía aérea, respiración y circulación (ABC). Se deberán iniciar
las primeras medidas de descontaminación.
• Administrar a
todos los pacientes oxígeno humidificado al 100% en mascarilla con reservorio o
intubado, durante un mínimo de 6H según la situación del paciente. De este modo
se reduce la vida media del CO de 5H a 60-90minutos, así como las secuelas.
Siempre se dará
oxígeno a las víctimas de un incendio porque la mayoría presentan asfixia e
intoxicación por CO y CNH y se administrará humidificado pues ésto disminuye
las lesiones.
• En ocasiones será
necesario intubar al paciente. Se aconseja intubar de forma precoz ante situación
de coma o signos de quemadura inhalatoria (mucosas hiperémicas o quemadas, estridor
laríngeo, cambio de voz, aumento epiglotis, Glasgow < 9), ya que las vías respiratorias pueden inflamarse
rápidamente. La intubación profiláctica se aconseja en quemaduras faciales
(usar tubos endotraqueales del mayor número posible para extraer con el broncoscopio
tejidos desvitalizados y secreciones).
• En caso de
broncoespasmo por los gases irritantes administrar agonistas β2 adrenérgicos en
aerosol (1 cc salbutamol en 3-5cc suero fisiológico, repetir dosis si fuera
necesario). Si no hay respuesta, bromuro de ipratropio 250-500 microgramos.
Inicialmente no se recomienda utilizar corticoides en los pacientes con
lesiones por inhalación, pues según algunos estudios, aumentan la mortalidad
por infecciones. Sólo se utilizarían en caso de broncoespasmo resistentes al
tratamiento con broncodilatadores y para el tratamiento de la bronquiolitis obliterante
típica de los óxidos nitrosos.
• Corrección de la
acidosis metabólica si pH <7,20 con bicarbonato sódico 1M mediante la siguiente
fórmula: EB x 0,3 x Kg paciente/2 en
30 minutos. Repetir analítica. (EB= exceso de bases).
• Tratamiento
sintomático. No olvidar que se pueden asociar intoxicaciones específicas por CO
o por CNH que requerirán las medidas terapéuticas específicas. El empleo de O2
hiperbárico en el SDIH no está muy estudiado. Observación durante mínimo de 6H,
aún estando asintomáticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario