Los cuerpos extraños nasales son
muy frecuentes en la infancia, pudiendo ser tanto CE animados como inanimados.
El síntoma inicial es obstrucción nasal más o menos marcada y un dolor
moderado, siendo menos frecuente la halitosis. En ocasiones puede permanecer en
la fosa nasal durante un periodo más prolongado, sospechándose su presencia
ante la aparición de un olor pútrido asociado a rinorrea mucopurulenta
unilateral.
El diagnostico se realizará mediante
rinoscopia anterior, aunque también puede utilizarse un otoscopio. Si no se
visualiza el cuerpo extraño puede ser útil realizar una radiografía de senos
paranasales y de cavum, que permitirá ver el CE si éste es radiopaco.
Se debe realizar un diagnóstico
diferencial con pólipos, rinitis, tumores, atresia de coanas o desviación de
tabique nasal.
Maniobra de extracción de cuerpo
extraño nasal
Es necesario tranquilizar e
inmovilizar al niño que deberá estar colocado en Trendelenburg para impedir la
aspiración del CE. Se puede extraer mediante:
Extracción directa: generalmente se llevará a cabo
mediante un instrumento romo alargado y acodado en su extremo distal (por
ejemplo una pinza o un clip). Debe extraerse lo más rápidamente posible,
especialmente si se sospecha la presencia de un material corrosivo como puede
ser una pila de botón. Si se utiliza un clip, se debe pasar por encima del CE y
una vez alcanzado se debe traccionar suavemente hasta su extracción.
Extracción con presión positiva: Si el niño es colaborador, se
le anima a sonarse la nariz cerrando la boca y la fosa nasal libre. En caso de
niños no colaboradores, se utilizará una bolsa autoinflable y una mascarilla
facial que cubrirá solamente la boca. Se realiza una insuflación rápida con la
bolsa autoinflable al mismo tiempo que se tapa la fosa nasal libre.
En
el caso de CE metálicos puede utilizarse un imán.
Para prevenir o tratar la
hemorragia nasal tras la extracción puede ser necesario un taponamiento nasal.
Puede utilizarse antibioterapia sistémica, generalmente amoxicilina-clavulánico,
para prevenir la sobreinfección bacteriana. Las complicaciones más frecuentes
son la epistaxis y sobreinfecciones bacterianas de la mucosa nasal. Otras como
la aspiración del CE, la meningitis y sinusitis son excepcionales. Se aconseja
derivar al ORL cuando es imposible extraer el CE mediante los procedimientos
citados y cuando existe malformación de fosas nasales, atresia de coanas o
epístaxis importante.
Pinzas Magill |
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