Mano
y Muñeca
Un esguince de
muñeca es el resultado de un movimiento brusco de la mano. El diagnóstico diferencial
entre una torcedura y una fractura puede ser a menudo extremadamente difícil,
especialmente en el caso de una fractura de escafoides. En situaciones dudosas
es mejor considerar la lesión como sospechosa de fractura e inmovilizar la
articulación con una férula de yeso durante tres semanas. Después de 10 días
puede observarse de nuevo la articulación por rayos-X y debe verse una línea
claramente definida si hay fractura de escafoides.
Vendaje
Compresivo
Cuando se está
seguro de que sólo existe esguince u otros trastornos menores y después de una
intervención quirúrgica de la muñeca, podremos aplicar una venda elástica
adhesiva, cohesiva o no adhesiva dando una serie de vueltas en ocho para
proporcionar un soporte firme sin inmovilización total. Para ello procederemos
de la siguiente forma:
1. Se colocará la
mano del paciente como si estuviera sosteniendo un vaso o una botella: pulgar separado
de los demás dedos y curvado hacia ellos, muñeca y resto de dedos en
semiflexión (Simon & Koenigsknecht, 1987).
2. Se realizará una
vuelta circular a nivel de la muñeca en dirección de radial a cubital, comenzando
en la cara dorsal del antebrazo.
Opcionalmente, según el estado de la piel del
paciente y del grado de compresión que se vaya a procurar, se pueden aplicar unas
vueltas de venda de algodón.
3. Se aplicará dos
o tres vueltas en forma de ocho alrededor de la palma y del pulgar, con la suficiente
tensión para mantener un soporte adecuado y procurando una superposición de las
vueltas de venda de modo que quede cubierta toda la superficie palmar y dorsal
de la mano desde la base de los dedos.
4. Se finalizará continuando
por el antebrazo hacia arriba, hasta justamente por debajo del codo.
5. Se aplicará un
cabestrillo para descansar, dar soporte al brazo y evitar la inflamación de los
dedos.
Férula
Dorsal del Antebrazo
Este tipo de
vendaje se aplicará cuando se quiera una inmovilización completa de la muñeca o
mano. Esto ocurrirá cuando se traten fracturas óseas diagnosticadas por rayos-X,
bien que no estén desplazadas para evitar que lo hagan o bien tras la reducción
de fracturas desplazadas para facilitar la consolidación definitiva (p.e.
fracturas de Colles). También se pondrá una férula en aquellos casos en los que
una lesión de partes blandas sea tan dolorosa que se quiera evitar cualquier
movimiento por pequeño que éste sea.
1. Se colocará la
mano y la muñeca en posición como si el paciente estuviera sujetando un vaso o una
botella. A menos que el tipo de lesión que se está tratando precise de otra
posición para una mejor recuperación. Así, tras la reducción de una fractura de
Colles, la muñeca se colocará en desviación cubital y flexión. Si se está
tratando una fractura de Smith, tras su reducción la inmovilizaremos en
desviación radial y extensión.
2. Para la
realización de la férula se medirá desde justo por encima de las articulaciones
metacarpofalángicas, en la cara dorsal de la mano, hasta 2 ó 3 cm por debajo
del pliegue de flexión del codo.
3. Se protegerá la
piel con venda tubular extensible de
tamaño adecuado para el antebrazo y almohadillaremos con venda de algodón las
zonas de prominencia ósea como son los nudillos, las estiloides y el codo.
4. Se mojará y se colocará
la férula sobre la cara dorsal del antebrazo, recortando o plegando en cuña la
parte proximal de modo que se permita la flexión completa del codo.
5. Se procurará dar
forma a la férula de modo que ésta no rodee de forma cilíndrica el antebrazo. Así,
se presionará suavemente sobre la zona del espacio interóseo, a lo largo de
todo el antebrazo, para crear una especie de surco que proporcionará una mejor
inmovilización.
6. Se fijará la
férula al antebrazo con venda elástica o cohesiva en dirección de distal a
proximal y ejerciendo una presión uniforme.
7. Se colocará el
brazo en cabestrillo para dar un mejor soporte y evitar la hinchazón de los
dedos por la inmovilización.
Como variante de la
férula dorsal del antebrazo, se puede realizarla por la cara palmar. Esto se hará
cuando exista alguna herida traumática o quirúrgica, o cualquier otra lesión en
la cara dorsal que contraindique su colocación. Para realizarla se realizará
del mismo modo, aunque se aplicará en la cara palmar.
Vendaje
de Escafoides
Es un hueso del
carpo que por su especial irrigación y localización se convierte en un apartado
importante a la hora de valorar una lesión en la mano y de aplicar el
tratamiento adecuado.
Hay ocasiones en
las que una fractura de escafoides no se aprecia en rayos-X de forma temprana y
habrá que esperar unos días para que la formación del cayo de fractura indique en
la radiografía que ahí hubo una fractura. De este modo, cuando el mecanismo de
la lesión y la clínica hagan pensar que hay una fractura de este tipo, se aplicará
una férula de escayola que difiere algo de la de antebrazo, ya que el objetivo será
inmovilizar las articulaciones radio-carpiana y la del escafoides con el
trapecio.
1. Se colocará la
mano del paciente en posición como si estuviera sujetando un vaso o una
botella, prestando especial atención a la posición del pulgar, que debe estar
orientado hacia los otros dedos en forma de garra.
2. Se medirá la
férula desde la articulación interfalángica del pulgar hasta 2 o 3 cm por
debajo del pliegue de flexión del codo. Habitualmente, la articulación interfalángica
del pulgar queda unos centímetros más distal que las metacarpofalángicas de los
otros dedos. Por ese motivo se recortará el extremo distal de la férula, de
modo que quede como un pequeño apéndice adelantado la parte que inmovilizará el
pulgar.
3. Se protegerá la
piel del paciente igual que para la férula de antebrazo, prestando atención
sobre el dedo pulgar, que en este caso también estará cubierto de escayola
4. Se mojará la
venda y se aplicará sobre el antebrazo, lateralizándola hacia el borde radial
de modo que el apéndice saliente de la férula que quedó como resultado de
cortarla envuelva casi por completo el pulgar, abarcándolo hasta su
articulación interfalángica.
5. Se modelará la
férula en cuña en su porción proximal para facilitar la flexión completa del
codo.
6. Se fijará la
férula con venda elástica de próximal a distal con una presión uniforme y dando
unas vueltas en ocho de sujeción alrededor del pulgar.
7. Se colocará el
brazo en cabestrillo para dar soporte al brazo y evitar la hinchazón de los
dedos por la inmovilización.
Dedos
Va a estar
condicionado por el tipo de lesión que se nos presente. Así, se actuará de
forma distinta y con distintos materiales cuando las lesiones a tratar sean
pequeñas torceduras o dislocaciones que cuando sean por fracturas óseas o
roturas ligamentosas y tendinosas o cuando las lesiones leves sean muy
dolorosas.
Vendaje imbricado de los dedos
Este tipo de
vendaje se utiliza en casos de lesiones en las partes blandas de los dedos 2º a
5º de las manos, ya que el primer dedo, por su posición en distinto plano no
puede inmovilizarse por este método.
El fundamento de
esta técnica es el de proporcionar soporte estable al dedo lesionado utilizando
la estructura del dedo sano contiguo
1. Se colocará una
pieza de gasa entre el dedo lesionado y el adyacente para evitar maceraciones cutáneas
por contacto prolongado.
2. Con los dedos en
extensión se colocará dos bandas de esparadrapo estrechas que los unan a nivel de
las primeras y las segundas falanges.
3. Tener la
precaución de dejar libres las articulaciones interfalángicas para permitir su
movimiento.
El vendaje
embricado de los dedos también se utilizará para los dedos de los pies, y es el
método de elección para cualquier lesión de esta zona que precise soporte o
inmovilización. En el caso del pie, también es válido para inmovilizar el
primer dedo, ya que éste si que está en el mismo plano que los otros, a
diferencia que en la mano.
1. Se colocará una
pieza de gasa entre el dedo lesionado y el contiguo.
2. Con los dedos en
extensión se aplicará una tira de esparadrapo estrecha que una las primeras falanges
y la prolongaremos formando una cruz sobre el dorso del pie.
3. Se colocará otra
tira de esparadrapo para unir las segundas falanges de los dos dedos.
4. Se dejaran
libres las articulaciones interfalángicas para permitir su movimiento.
Férula
Metálica
Se utilizaran estos
dispositivos cuando la lesión requiera una inmovilización mayor, bien porque se
haya producido una fractura o porque el dolor sea muy intenso. Este tipo de
inmovilización se utilizará exclusivamente para los dedos de las manos.
1. Se adaptará la
férula metálica al contorno del dedo y el antebrazo utilizando el de la mano no
lesionada para no producir dolor. Para darle la forma adecuada se le pedirá al
paciente que coloque la mano y los dedos en posición como si estuviese cogiendo
un vaso o una botella, siempre que por el tipo de lesión no esté contraindicada
esta posición, o esté indicada alguna otra.
2. Una vez
conseguida la forma deseada, se comprobará que se adapta bien al dedo
lesionado. En ocasiones es necesario readaptarla, pues hay que tener en cuenta
que el traumatismo que produjo la lesión habrá originado un edema.
3. Se protegerá la
piel de la mano y el antebrazo con venda de algodón, papel o de espuma.
4. Se colocará la
férula metálica en su posición y se fijará con un vendaje adhesivo, prolongando
éste hasta justamente por debajo del codo, con una presión uniforme.
5. Se aplicará dos
tiras de esparadrapo alrededor de la férula metálica a nivel del dedo para
evitar que éste se mueva y pueda salirse de ella.
6. Se colocará el
brazo en cabestrillo para evitar la inflamación de los dedos.
Férula
acanalada Radial
Este es un tipo de
férula de escayola que se utilizará cuando queramos proporcionar una
inmovilización más segura por fracturas o lesiones en tejidos blandos del 2º ó
3er dedo de la mano.
1. Se medirá la
férula desde la punta de los dedos hasta justo por debajo del codo.
2. Se hará un
agujero en el yeso antes de mojarlo para dejar que el pulgar sobresalga y se
mueva libremente.
3. Se colocará la
mano del paciente manteniendo los dedos en una flexión de 50º a nivel de la articulación
metacarpofalángica y con una flexión de 15-20º para las articulaciones
interfalángicas, con la muñeca en ligera extensión (Simon & Brenner, 1982)
4. Se aplicará una
pieza de gasa entre el 2º y 3er dedo.
5. Se mojará la férula
y la colocaremos lateralmente al antebrazo a lo largo del radio y del 2º dedo,
desde las articulaciones interfalángicas distales hasta la parte proximal del
antebrazo, permitiendo la flexión completa del codo.
6. Se fijará la
venda al antebrazo, mano y dedos con una venda elástica en dirección de distal
a proximal con una presión uniforme.
7. Se colocará el
brazo en cabestrillo.
Férula
acanalada Cubital
Su función es la
misma que la de la férula acanalada radial, pero ésta sirve para inmovilizar el
4º y 5º dedo.
Para su realización
se procederá de igual modo, con la diferencia que se hará por el lado cubital
del antebrazo y que no se necesitará
practicar el agujero en la férula para el dedo pulgar.
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