Se define como
embarazo ectópico (EE) a la implantación de un óvulo fecundado fuera de la
cavidad uterina. La localización más frecuente del embarazo ectópico es en la
porción ampular de la trompa (a nivel tubular un 98%). Otras localizaciones
menos frecuentes son a nivel cornual, ovárico, abdominal y cervical.
Su incidencia ha
aumentado, siendo de 1-2%, y constituye la primera causa de muerte materna por
shock hemorrágico. Es importante tener en cuenta en su diagnóstico etiológico todos
los factores que afectan al transporte del embrión y provoquen un daño tisular,
como EIP, uso de DIU, cirugía tubárica previa, técnicas de reproducción
asistida, etc.
Clínica
Las manifestaciones
clínicas son muy variadas, desde una forma asintomática, hasta manifestarse como
shock hemodinámico-hipovolémico, llegando a provocar la muerte de la paciente.
El dolor es el
síntoma más importante y la paciente presenta, frecuentemente, amenorrea asociada
a sangrado vaginal de escasa cantidad, intermitente y de coloración oscura. En
la exploración presenta dolor a la movilización cervical y en un 50% de los
casos se puede palpar la ocupación del Douglas por una masa.
Los EE accidentados
refieren un dolor abdominal difuso e importante, asociado a Blumberg positivo,
que puede reflejarse a nivel costal o a nivel frénico por la irritación
peritoneal, asociado o no a la clínica de inestabilidad hemodinámica causada
por la hipovolemia.
Diagnóstico
Mediante una
correcta anamnesis y exploración física asociada a una exploración
ultrasonográfica y la determinación analítica de la BHCG obtendremos un
diagnóstico. Cuando con los métodos anteriores no es suficiente se puede
emplear la laparoscopia diagnóstica.
Embarazo ectópico |
Tratamiento
La actitud
terapéutica tiende a ser lo más conservadora posible. Se adecuará a las
condiciones clínicas y a los futuros deseos de fertilidad de la paciente.
Tratamiento
farmacológico
El objetivo es la
utilización de un fármaco que permita una interrupción de la gestación,
reabsorbiéndose o bien provocando el aborto tubárico.
El tratamiento más
utilizado es el metotrexate en una pauta de 50mg/m2 vía IM (monodosis).
Es importante saber sus indicaciones estrictas y ceñirnos a ellas: estabilidad hemodinámica,
β-HCG <10.000, no evidencia de ruptura o hemorragia intrabdominal
significativa, masa anexial <4cm, embriocardio negativo (relativa),
localización cornual o cervical y no existencia de contraindicaciones absolutas
para el tratamiento farmacológico.
Se tiene que seguir
el descenso de β-HCG (tiempo medio de resolución 35 días), siendo a veces
necesario repetir una segunda dosis.
Tratamiento
quirúrgico:
El objetivo de la
cirugía es ser lo más conservadores posibles para preservar la fertilidad
posterior. Existen 2 posibles opciones de tratamiento quirúrgico:
·
La
vía laparoscópica, se utiliza como primera opción.
·
La
vía laparotómica, reservada sólo en aquellos casos en que existe un sangrado
activo por rotura tubárica asociado a inestabilidad hemodinámica de la paciente
o cuando la vía laparoscópica sea imposible debido a un síndrome adherencial
pélvico.
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