El ácido
fluorhídrico es el compuesto fluorado más utilizado a nivel industrial y por
tanto el que más veces se ve envuelto en intoxicaciones. Es un gas incoloro,
cuya característica principal es la de ser altamente corrosivo en cualquiera de
sus formas de presentación. Las fuentes de intoxicación más importantes son la
industria del plástico, la purificación del aluminio, la fabricación de la
gasolina, el deslustrado de cristales, la industria del vidrio, en la minería,
etc.
Las sales de
fluoruro sódico se han utilizado como pesticidas, siendo tóxicas aquellas cuya concentración
es superior a 30%. No son muy utilizadas, ya que no han demostrado ser muy
efectivas.
Los fluorocarbonos
(compuestos orgánicos fluorados) son compuestos en cuya composición intervienen
no sólo la porción orgánica y el flúor, sino también otros gases halogenados como
cloro y bromo. Se pueden encontrar en estado gaseoso y líquido a temperatura
ambiente.
Se emplean en los
sistemas de refrigeración, como propelentes en aerosoles y en los extintores
para el fuego.
Clínica
La inhalación de
ácido fluorhídrico puede provocar necrosis de mucosa, sangrado bronquiolar, obstrucción
bronquial y EAPNC. Una vez que el flúor ha producido lesiones locales se absorbe
pasando a inducir alteraciones sistémicas por su bloqueo de la respiración
celular. Estas alteraciones pueden tardar en aparecer hasta 12-24H después de
la exposición.
La alteración más
importante en cuanto a las causas de mortalidad precoz son las alteraciones electrolíticas:
hipomagnesemia e hipocalcemia severas (por la formación de complejos insolubles
de flúor con calcio y magnesio), que se manifiesta clínicamente como tetania,
alargamiento de QT del ECG y arritmias, así como hiperpotasemia secundaria al bloqueo
de la bomba sodio-potasio celular.
Arritmias e
insuficiencia cardiaca congestiva en parte debida a las alteraciones
electrolíticas y por otro lado al efecto directo que induce necrosis miocárdica
hipereosinofílica.
Afectación renal
(proteinuria, hematuria, necrosis cortical renal), y neurológica (cefalea, nistagmus,
convulsiones y coma).
El ácido
fluorhídrico no sólo tiene efectos en exposiciones agudas, sino que en
exposiciones a bajas concentraciones mantenidas en el tiempo se han descrito
síntomas como enfermedad pulmonar restrictiva, hepatopatías, alteraciones del
hábito intestinal y deterioro intelectual.
Los fluorocarbonos
producen a concentraciones bajas afectación del SNC ejerciendo un efecto
anestésico, con pérdida de la coordinación motora, estupor y finalmente coma. A
altas concentraciones, secundario a la hipoxia aparecen convulsiones y edema
cerebral a nivel neurológico y sensibilización del miocardio a la acción de catecolaminas
circulantes, pudiendo aparecer arritmias que son la causa más frecuente de
muerte en las intoxicaciones por estos compuestos. También van a producir
broncoconstricción, edema pulmonar, neumonía.
Valoración
inicial y diagnóstica
Para llegar al
diagnóstico es necesario tener una alta sospecha clínica dado que el
diagnóstico de certeza se realiza de forma tardía y no se debe esperar a su
resultado para iniciar el tratamiento. El diagnóstico de confirmación se
obtiene con la determinación de fluoruro.
En sangre pueden
detectarse niveles de fluoruro elevados durante las primeras 24H porque
posteriormente se deposita en hueso o es eliminado vía renal. Valores normales
son 0,01-0,20mg/L. La determinación en orina es positiva durante varios días
tras la exposición.
Anamnesis:
• Circunstancias en
las que aparece la sintomatología: origen laboral.
• Antecedentes
quirúrgicos y médicos de interés, alergias medicamentosas, tratamiento
habitual, consumo de drogas, tabaco.
Exploración
física: PA, FC,
FR, Tª, Sat O2.
Pruebas
complementarias:
•
Electrocardiograma con monitorización continua.
• Hemograma.
Coagulación. Bioquímica (iones calcio, magnesio y potasio).
• Gasometría arterial
basal. Sistemático de orina. Radiografía de tórax.
Tratamiento
• Retirar a la
víctima de la fuente de exposición y administrar oxígeno humidificado.
• Administrar
calcio por vía oral (Calcium Sandoz®, comprimidos efervescentes que contienen 1,13g
de lactogluconato, equivalentes a 500mg de calcio elemento) en dosis de 6
comprimidos disueltos en agua, que puede repetirse cada 2H, hasta disponer de
la calcemia.
• Nebulización de 5ml
de gluconato cálcico al 2,5% (que se obtiene diluyendo una ampolla de Suplecal®
en 30ml de suero fisiológico o agua estéril para inyección), con O2
a 12l/min, durante 15-30min.
• Algunos autores
utilizan corticoides nebulizados o por vía intravenosa.
• Actuar sobre los
principales problemas que puedan surgir: hipoxia, alteraciones del SNC y las
arritmias cardiacas. No administrar nunca fármacos adrenérgicos en el caso de
fluorocarbonos, debiendo mantener al paciente en un ambiente tranquilo que
evite la ansiedad. Observación durante 24-48H.
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