Introducción
La monitorización
capnográfica o medición del dióxido de carbono exhalado, empleada conjuntamente
con otras ya conocidas, como la oximetría de pulso o la electrocardiografía,
permite añadir una mayor objetividad, fiabilidad y rapidez diagnóstica a la
atención del paciente crítico.
La capnografía es la
medición continua y no invasiva del anhídrido carbónico o dióxido de carbono
(CO2), exhalado a lo largo del tiempo.
Puede emplearse en
todo tipo de pacientes, desde neonatos hasta adultos, con respiración
espontánea o en aquéllos que precisen de un apoyo ventilatorio mecánico
invasivo o no invasivo.
El empleo concomitante
de la capnografía con otras monitorizaciones no invasivas, como la oximetría de
pulso, la presión arterial o la electrocardiografía, aporta gran información
sobre el estado metabólico, hemodinámico y respiratorio del paciente, y permite
identificar de forma más temprana cualquier anomalía clínica que aparezca.
Aunque las
indicaciones clínicas de la capnográfica son múltiples y variadas, las más
relevantes y con mayor evidencia científica son: el control de la colocación
correcta del TET, la monitorización de la RCP y la clasificación, la valoración
y el control del tratamiento en las crisis de broncoespasmo.
El hecho de ser una
monitorización no invasiva permite que cualquier categoría profesional dentro
del ámbito de la asistencia sanitaria pueda emplearla sin problema alguno, pues
no conlleva para su manejo la necesidad de amplios conocimientos médicos ni
técnicas complejas.
Existen diferentes
métodos no invasivos capaces de medir el CO2 eliminado por el
organismo, mediante tecnologías como la estimación del pH, la luz infrarroja,
la cromatografía, la espectrofotometría, la espectroscopia de correlación
molecular, etc.
Alguno de estos
instrumentos, como por ejemplo los sensores tipo Severinghaus, que se colocan
sobre la mucosa o la epidermis, capnómetros sublinguales y transcutáneos,
respectivamente, presentan importantes limitaciones de empleo:
• Tiempos de
equilibrado elevados tras la colocación del sensor.
• Requieren de calibraciones
frecuentes.
• Precisan cambiar la
posición del sensor a menudo.
• Puede provocar
deterioro de la piel y el tejido subcutáneo debido a la elevada temperatura que
adquiere el sensor.
• Zonas poco
perfundidas y/o problemas hemodinámicos que den lugar a una infraestimación de
los valores de PtcCO2 (. presión parcial transcutánea de
dióxido de carbono).
• Funcionamiento
afectable adversamente si la temperatura del electrodo es insuficiente.
• Altos costes en el
mantenimiento y fungibles del equipo. Por otro lado, los capnógrafos de flujo
principal o MainStream y los de flujo lateral, SideStream y MicroStream,
gracias a la evolución tecnológica han sido capaces de superar gran parte de
estos inconvenientes. Los primeros, encargados de la medición transcutánea, no
han cosechado demasiado éxito comercial y no se emplean habitualmente en el
medio extrahospitalario, a diferencia de los segundos, que controlan el CO2
exhalado y suelen encontrarse incluidos en la mayoría de los monitores
utilizados por los servicios de emergencias internacionales.
http://www.zonates.com/es/revista-zona-tes/menu-revista/numeros-anteriores/vol-2--num-1--enero-marzo-2013/articulos/capnografia,-la-evolucion-en-la-monitorizacion-del-paciente-critico.aspx |
Es importante destacar
que el CO2 exhalado se puede medir de dos formas diferentes:
a) como volumen
(capnografía volumétrica), típico de pacientes intubados en unidades de cuidados
intensivos y/o quirófanos.
b) como presión
parcial del gas respecto a una línea de tiempo (capnografía temporal).
En un capnograma
normal podemos diferenciar claramente 4 fases:
• Fase I: período comprendido entre el
final de la inspiración y el inicio de la espiración siguiente, cuando comienza
la ventilación del espacio muerto formado por la vía aérea superior y parte del
árbol bronquial que no tienen capacidad para intercambiar gases, y cuyo volumen
de aire está prácticamente libre de CO2, siendo muy similar al del
aire atmosférico. Al conectar el capnógrafo, éste reconoce esta presión de CO2
ambiental y la asimila al valor “cero”, proceso conocido como “autocero”,
creando una línea isoeléctrica en el gráfico.
• Fase II: se inicia una rápida elevación
gracias a la eliminación del CO2 del resto de espacio muerto, pero
esta vez mezclado con el CO2 alveolar.
• Fase III o meseta alveolar: el aire
exhalado procede enteramente de los alvéolos, y se observa un ascenso lento y
progresivo del CO2 que forma una meseta, hasta alcanzar el punto en
el que la presión parcial del gas es máxima: éste es el valor presiométrico que
registra el capnógrafo/capnómetro, el llamado CO2 teleespiratorio o
EtCO2 (end-tidal CO2 , medición del dióxido de
carbono al final del volumen corriente espirado).
• Fase IV: comienza la fase inspiratoria
y, por tanto, la presión parcial de CO2 decrece bruscamente hasta quedarse a
cero.
Indicaciones
clínicas de la capnografía
Los capnógrafos
comúnmente empleados en los servicios de emergencias médicas (SEM) disponen de
dispositivos capaces de monitorizar a todo tipo de pacientes, desde neonatos a
adultos, con respiración espontánea o con ventilación asistida y a pesar de ser
una monitorización no invasiva, tiene muchas utilidades clínicas de entre las
cuales podemos destacar las siguientes
Confirmación y
control de la adecuada posición del tubo endotraqueal
Es la indicación más
empleada, fundamentalmente por su relevancia y evidencia científica. En los
últimos años se asegura que la metodología clínica habitualmente empleada para
confirmar la posición del TET (es decir, la auscultación epigástrica y
pulmonar, la observación de movimientos torácicos o la presencia de vaho en el
interior del tubo) deben complementarse con métodos más objetivos, como la
capnografía, donde la correcta colocación del TET, se constata por el mantenimiento
de los niveles capnométricos y un capnograma normal a lo largo del tiempo.
Por el contrario, si
se realizase una intubación esofágica, el escaso CO2 residual,
incluso a veces inexistente, en el tracto digestivo alto provocaría la aparición
de valores capnométricos y curvas capnográficas muy bajos y decrecientes hasta
llegar a cero en un intervalo muy corto de tiempo
Otros de los errores
típicamente cometidos es la intubación selectiva, que consiste en la exagerada
introducción del TET, generalmente en el bronquio principal derecho, dado su
abierta angulación respecto a la tráquea, con lo que se deja sin ventilar el
pulmón contralateral. Se ha confirmado que, en este tipo de fallo, la
capnometría no es un signo predictivo de corta latencia, ya que en más del 80%
de los casos se mantiene estable o con alteraciones escasamente notables; por
otro lado, el capnograma a veces puede presentar un cierto patrón obstructivo
en las Fases II y III, muy probablemente debido a que se encuentra apoyado
contra la pared del bronquio. Sin embargo, y a pesar de sus múltiples
limitaciones, la oximetría de pulso (SpO2) ha demostrado su eficacia
en este tipo de sucesos, ya que suele presentar descensos bruscos en más del
50% de los casos.
Control de la
terapia respiratoria
Es imprescindible que
todo paciente sometido a ventilación mecánica invasiva (VMI) o no invasiva
(VMNI) se mantenga atentamente monitorizado, pues son múltiples los efectos
adversos que se pueden presentar en los ámbitos respiratorio, cardiovascular,
neurológico, renal, digestivo, etc., atribuibles en gran parte a la presión
positiva intratorácica que ejerce el soporte ventilatorio mecánico.
En el caso de la VMI
esta permite no sólo confirmar el posicionamiento adecuado del TET o
dispositivo alternativo a la intubación (mascarilla laríngea, Fastrach, tubo
laríngeo, etc.) durante todo el proceso ventilatorio, sino que además los parámetros
pautados por el especialista son correctos y el paciente se encuentra
perfectamente adaptado a la modalidad ventilatoria seleccionada, lo que
facilita la posibilidad de modificarlos rápidamente si fuera necesario y
asegurar el nivel adecuado de sedación-relajación-analgesia del paciente.
Del mismo modo, el
paciente que mantiene respiración espontánea, pero precisa de un apoyo
ventilatorio (VMNI) mediante sistemas de presión positiva tipo CPAP (Continuous
Positive Airway Pressure) o BiPAP (Biphasic Positive Airway Pressure), debe
estar monitorizado con oximetría de pulso y capnografía, permitiendo controlar
en todo momento el adecuado estado de la función pulmonar.
No se debe olvidar
que la monitorización capnográfica también debe emplearse durante la
ventilación manual con dispositivos tipo Ambu®, para asegurar que la técnica de
sellado de la mascarilla es correcta y no hay pérdidas de aire, al igual que el
volumen empleado en cada embolada es el que precisa el paciente, evitando la
hiperventilación, la hipoventilación, e incluso en ocasiones la apnea
accidental.
En 2010, las guías
internacionales en RCP la consideran como monitorización imprescindible para:
a) Confirmación de la
correcta colocación del TET: en los últimos estudios realizados se resalta la
importancia del mantenimiento de un capnograma después de la intubación y a lo
largo del tiempo, asegurando de esta forma y al 100% la no intubación esofágica
del paciente.
b) Valoración de la
calidad del masaje cardíaco: como se ha comprobado en estudios previos, el
masaje cardíaco óptimo no logra alcanzar un gasto cardíaco (GC) superior al 30%,
por ello se suelen observar valores relativamente bajos de EtCO2
durante las maniobras de RCP.
c) Indicador temprano
de la recuperación de la circulación espontánea o ROSC (Return Of Spontaneous
Circulation): la detección de una elevación capnométrica mantenida por encima
de los 20mmHg podría ser un indicador de la recuperación de la circulación,
incluso previa a la aparición de un registro electrocardiográfico acompañado de
pulso carotídeo.
d) Pronóstico de la
reanimación: aunque al inicio de las maniobras los valores capnométricos sean
muy aproximados en la mayoría de las PCR, en diferentes estudios se indica que
valores de EtCO2 mantenidos durante los 30 minutos iniciales de RCP
por debajo de los 20mmHg, pronostican un resultado infausto.
Monitorización
diagnóstica y terapéutica del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
reagudizada
Es la aplicación más
relevante en pacientes con respiración espontánea. Durante una crisis de
broncoespasmo, se puede observar que la meseta alveolar o Fase III comienza a
convertirse en una pendiente cuyo ángulo de inclinación será directamente
proporcional a la gravedad del cuadro clínico.
Esto se debe al
enlentecimiento en la salida del aire desde las zonas broncoespásticas. Gracias
al estudio de las tendencias capnométricas/capnográficas, se puede valorar en
tiempo real los cambios ventilatorios que presenta el paciente durante la
asistencia médica, es decir, confirmar la eficacia o no del tratamiento
pautado. En consecuencia, al inicio del broncoespasmo (crisis leve), el
paciente mantendrá una taquipnea compensadora que provocará una
hiperventilación y, por tanto, niveles bajos de EtCO2.
Si la obstrucción no
se resuelve, la taquipnea se mantendrá durante una segunda fase (crisis
moderada), mientras el EtCO2 comienza a subir, para finalmente
desembocar en una tercera fase (crisis grave), en la que la taquipnea
posiblemente haya desaparecido para dar paso a una bradipnea por agotamiento,
lo que unido al cuadro de broncoespasmo grave provoca una hipoventilación y una
elevación desmesurada del EtCO2 .
Finalmente, si el
tratamiento no ha llegado a tiempo o no ha resultado eficaz, los valores de
EtCO2 caerán progresivamente hasta llegar incluso a límites normales
o más bajos inclusive, debido simplemente a la respiración superficial (tipo
gasping), por extremo agotamiento que pronostica una parada respiratoria
inminente.
Monitorización de
las alteraciones del patrón respiratorio
Cuando se emplea de
forma concomitante con la oximetría de pulso, permite valorar de forma continua
la función y el patrón respiratorio del paciente, con lo que resulta
extremadamente útil para descubrir cuadros de hipoventilación, por ejemplo,
secundarios a procesos seudoanalgésicos mal controlados o a intoxicaciones por
alcohol, drogas, fármacos, etc., lo cual orienta al especialista en el
tratamiento médico que debe emplear.
Monitorización
complementaria en estados de baja perfusión
Uno de los factores
que puede alterar los niveles de EtCO2 es el estado hemodinámico;
así pues, si se emplea conjuntamente con la monitorización de la PA y FC, se observa
un descenso brusco de los valores registrados en casos de hipovolemias súbitas
(rotura de aneurisma, rotura esplénica, etc.) o tromboembolia pulmonar.
Estados metabólicos
alterados
Permite valorar la
respuesta al tratamiento de la hipotermia, tanto accidental, como terapéutica,
detectar de forma temprana acidosis metabólicas en pacientes con
gastroenteritis aguda, fundamentalmente en niños, así como cuadros de deshidratación
y cetoacidosis diabética.
Estimado compañero enfermero, me alegra mucho observar como empleas parte de mi trabajo en tu blog.
ResponderEliminarTe aconsejo que la próxima vez indiques la procedencia de las imágenes para evitar problemas legales.
Tranquilo, como Director del Grupo de Investigación en Capnografía - GrICap, te informo que tienes nuestro permiso como Asociación Científica sin ánimo de lucro para publicar las fotografías que puedas obtener tanto de nuestros artículos publicados como de las que mostramos en nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/GriCap/ o en nuestra cuenta de Twitter: https://twitter.com/GrICap_
Si necesitas alguna información específica sobre Monitorización Capnográfica no dudes en contactar con nosotros a través de info@gricap.com
Un cordial saludo
Luis Barrado Muñoz
Gracias por la información, ya esta solucionado e indicado de donde proceden las imágenes, suelo usar imágenes libres usando el buscador de imágenes, las use porque eran muy apropiadas para el articulo y para dar a conocer este tema. Sin mas un saludo y disculpas por no haber indicado la procedencia
EliminarEstimado Juan Carlos,
EliminarTe informo que la fotografía de los capnográmas no es visible en este momento, aparece como enlace roto.
Por otro lado la que has colocado sobre las diferentes sensores y sondas capnográficos pertenece al artículo: Capnografía, la evolución en la
monitorización del paciente crítico. Publicado en febrero de 2013 en la revista ZONA TES.
Como te indicaba anteriormente en nuestra página de Facebook puedes encontrar muchas cosas interesantes sobre Capnografía que puedes emplear de forma gratuita y libre sin problemas.
Un saludo
Luis Barrado
Intentaré arreglarlo. Es un fallo de blogger. Y ánimo a todos los lectores a visitar y seguir este grupo para ampliar más sobre el tema. Muchas gracias compañero por autorizarme a la difusión
Eliminarhttps://www.facebook.com/GriCap/ https://twitter.com/GrICap_