La cavidad medular
de los huesos largos está ocupada por una extensa red de capilares sinusoides
que drena en un seno venoso central, de tal manera que la punción intraósea
equivale a la canalización de una vena periférica de mediano calibre.
La principal ventaja
es que se consigue un acceso vascular rápido en situaciones de emergencia como
el shock o parada cardiorrespiratoria, pues no se colapsa; pero se trata de un
acceso vascular provisional y no debe mantenerse más allá de 12 horas.
Indicaciones
• Necesidad de
infusión vital de líquidos/fármacos e imposibilidad de canalizar una vía
periférica tras 90-120seg de intento.
Contraindicaciones
• No existen
contraindicaciones absolutas del procedimiento en sí pero, en el caso de
sospecha de fractura ósea, infección, quemadura o celulitis de la zona de
punción, se debe seleccionar otra zona para canalizar el acceso.
Material
El material
necesario son las agujas intraóseas de 18-20G en lactantes y de 12-16G en >2
años. Existen modelos con sistema automático de disparo. Además, se necesitan
guantes y gasas estériles, solución antiséptica, lidocaína 1-2%, suero salino
fisiológico, agujas, jeringas y sistema de infusión.
Lugar de punción
Procedimiento
• Utilizar guantes
estériles y limpiar la zona con la solución antiséptica.
• Si el paciente
está consciente, infiltrar la piel y tejido celular subcutáneo hasta periostio,
con 1-3ml lidocaína 1-2%.
• Colocar la pierna
sobre una superficie dura, en rotación externa.
• Con la mano
dominante, sujetar la aguja de punción de manera que la empuñadura quede
situada en la eminencia tenar y la aguja, sujeta por los dedos índice y pulgar,
aproximadamente, a 1cm de la punta.
• Insertar la aguja
perpendicular al hueso, con una presión fuerte y firme, hasta que se note un
cambio de resistencia, que indica que se ha atravesado la cortical. En ese
momento la aguja debe quedar bien anclada.
• Retirar el
fiador, comprobar la posición e infundir 2-3ml de SSF. No se debe notar
resistencia al paso ni extravasación de líquidos al tejido celular subcutáneo.
(Si al aspirar se extrae sangre o médula ósea se confirma la buena situación de
la aguja pero sólo ocurre en un pequeño porcentaje de los casos).
• Fijar el sistema
a la piel e iniciar infusión de líquidos o fármacos tras bolo inicial de 10ml
para acelerar la llegada de la medicación a la circulación sistémica.
Complicaciones
Es una técnica
segura. La tasa de complicaciones graves es < 1%.
• Fractura ósea. La
complicación más grave de la fractura sería la lesión del cartílago de
crecimiento.
• Sídrome
compartimental como consecuencia de la extravasación de líquidos; por tanto, se
debe examinar periódicamente el miembro para detectar edema o tumefacción.
• Necrosis de la
piel, osteomielitis y abscesos subcutáneos.
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