Las Enfermedades
Nosocomiales son aquellas contraídas en el hospital por un paciente ingresado
por una razón distinta a la infección, que no estaban presentes, ni se
encontraban en periodo de incubación en el momento del ingreso, comprenden
además las manifestadas después del alta hospitalaria. Se derivan de las
descripciones publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de las
Enfermedades (CDC). Se basan en criterios clínicos y biológicos y comprenden
unos 50 sitios de infección potencial.
Están presentes en el
5% de los pacientes hospitalizados. La infección nosocomial se ha convertido en
uno de los grandes problemas sanitarios, por el alto coste que supone y el
perjuicio que ocasionan al enfermo, alargando estancias, agravando la tensión emocional
y la discapacidad funcional que reduce la calidad de vida.