lunes, 29 de febrero de 2016

Vendajes en Urgencias II: Pie y Tobillo

Vendaje del Pie y Tobillo
Una lesión muy común es la causada por la torcedura brusca del pie, dañando uno o más de los muchos ligamentos que hay en el tobillo. El paciente experimenta un dolor repentino al tiempo que los músculos que controlan la articulación sufren espasmos. A menudo, inmediatamente después del accidente, el paciente puede andar, pero al cabo de unos minutos el tobillo empieza a hincharse y se vuelve muy doloroso.
Existen dos tipos de torcedura de tobillo:
Lesión del ligamento lateral causado por una torcedura del pie hacia adentro. Este es el tipo más común.
Lesión del ligamento medial o interno. Esto es a causa de una torcedura hacia fuera del pie y a menudo va acompañado de una fractura del maleolo lateral o subluxación de la articulación tibia-peroné distal. Estas lesiones más graves necesitarán de un diagnóstico exacto para la aplicación posterior del tratamiento más adecuado.



El propósito del tratamiento en ambos casos es controlar la inflamación y dar soporte al ligamento lesionado para promover su curación.
El vendaje de pie y tobillo, pues, va a estar determinado por el grado de la lesión y por la forma en la que se ha producido. Así, en un primer grado será suficiente la aplicación de un vendaje compresivo con inmovilización relativa mediante venda elástica de crepé o venda cohesiva. Ante un segundo grado ya buscaremos una inmovilización mayor y más duradera que la anterior, por lo que será de gran utilidad la venda adhesiva e incluso una férula de escayola. Si el esguince es de tercer grado estaremos obligados a aplicar una férula de escayola y lo más seguro es que el tratamiento definitivo sea quirúrgico.
Pasos para el vendaje.
Esguince de primer y segundo grado del ligamento lateral.
Colocar el pie en dorsiflexión de modo que su ángulo con la pierna sea de 90º, y en eversión.
Comenzar a vendar justo por encima del inicio de los dedos, en la cara dorsal del pie y en dirección hacia adentro. De este modo favoreceremos que el pie quede en eversión cuando vendemos el tobillo.
Dar dos vueltas circulares en esta primera posición para fijar el vendaje.
Llevar la venda hacia atrás para dar una vuelta alrededor del talón.
Continuar en forma de ocho en el dorso del pie.
Dar la vuelta por encima del talón, por el dorso del pie y por debajo del talón, dando dos o tres vueltas completas.
Vendar la pierna con vueltas en espiral o en espiga hasta justo por debajo de la rodilla (englobando el vientre muscular de los gemelos por completo).
Esguince de primer y segundo grado del ligamento medial o interno.
Se procederá de igual modo que para el esguince lateral con las siguientes diferencias:
Colocar el pie en ángulo de 90º con la pierna y en inversión.
Comenzar a vendar en la cara dorsal del pie, justo por encima del inicio de los dedos, en dirección hacia afuera. De este modo se favorece que el pie quede en inversión cuando se vende el tobillo.
Esguince de segundo grado.
Se procederá igual que en los casos anteriores, respetando la posición del pie y la dirección del vendaje según el ligamento dañado, aunque introduciendo un elemento previo al vendaje que servirá para mantener el pie sujeto más firmemente en la posición deseada. Se colocará una tira de venda adhesiva a modo de estribo desde la cara interna de la pantorrilla, pasando por debajo del talón y subiendo hasta la cara externa de la pantorrilla, ejerciendo una tensión moderada para que el pie se quede en ángulo recto y eversión, en caso de esguince lateral.
Cuando el esguince sea medial o interno, se colocará el estribo en la dirección opuesta (de fuera hacia adentro) para mantener el pie en inversión.
En numerosas ocasiones, el esguince de segundo grado se trata con la colocación de una férula de escayola para asegurar una inmovilización completa durante todo el periodo de recuperación.
Lesión del tendón de Aquiles o del gemelo.
Cuando la lesión está localizada en alguna de estas partes, bien sea por una contusión o por una rotura, se aplicará el vendaje compresivo o inmovilizador del mismo modo que en los casos anteriores, con la única diferencia de que se colocará el pie en flexión plantar (en equino) para favorecer la relajación, tanto del tendón como del músculo.

Colocación de una Férula en el Tobillo
Se medirá desde el principio de los dedos por la planta del pie (pliegue metatarsofalángico) hasta justo por debajo de la rodilla por la cara dorsal de la pantorrilla (Simon & Koeningnsknecht, 1987), de modo que queden abarcados por completo los gemelos y sin que la férula impida la flexión de la rodilla.
Se protegerá la piel del paciente con una malla tubular del algodón y se almohadillará las zonas de prominencia óseas como son el talón, los maleolos y el principio y final del vendaje.
A la hora de aplicar la férula al paciente, se le pedirá que se coloque en decúbito supino con flexión de 90º de cadera y rodilla, y se necesitará un asistente para que sujete la férula contra la pierna del paciente mientras que colocamos el vendaje que la mantendrá definitivamente.

En ocasiones no podemos contar con la colaboración de un compañero así que en estas circunstancias podremos pedirle que se acueste en decúbito prono, si su estado lo permite, y que flexione la rodilla 90º. En esta posición sólo tendremos que dejar caer la férula de yeso sobre la planta del pie del paciente y su propio peso ayudará a sujetarse mientras vendamos y a mantener el ángulo recto del tobillo.

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