Vendaje del Pie y Tobillo
Una lesión muy común
es la causada por la torcedura brusca del pie, dañando uno o más de los muchos ligamentos
que hay en el tobillo. El paciente experimenta un dolor repentino al tiempo que
los músculos que controlan la articulación sufren espasmos. A menudo,
inmediatamente después del accidente, el paciente puede andar, pero al cabo de
unos minutos el tobillo empieza a hincharse y se vuelve muy doloroso.
Existen dos tipos de
torcedura de tobillo:
Lesión del
ligamento lateral
causado por una torcedura del pie hacia adentro. Este es el tipo más común.
Lesión del
ligamento medial o interno.
Esto es a causa de una torcedura hacia fuera del pie y a menudo va acompañado
de una fractura del maleolo lateral o subluxación de la articulación
tibia-peroné distal. Estas lesiones más graves necesitarán de un diagnóstico
exacto para la aplicación posterior del tratamiento más adecuado.
El propósito del
tratamiento en ambos casos es controlar la inflamación y dar soporte al
ligamento lesionado para promover su curación.
El vendaje de pie y
tobillo, pues, va a estar determinado por el grado de la lesión y por la forma
en la que se ha producido. Así, en un primer grado será suficiente la
aplicación de un vendaje compresivo con inmovilización relativa mediante venda
elástica de crepé o venda cohesiva. Ante un segundo grado ya buscaremos una
inmovilización mayor y más duradera que la anterior, por lo que será de gran
utilidad la venda adhesiva e incluso una férula de escayola. Si el esguince es
de tercer grado estaremos obligados a aplicar una férula de escayola y lo más
seguro es que el tratamiento definitivo sea quirúrgico.
Pasos
para el vendaje.
Esguince de
primer y segundo grado del ligamento lateral.
Colocar el pie en
dorsiflexión de modo que su ángulo con la pierna sea de 90º, y en eversión.
Comenzar a vendar
justo por encima del inicio de los dedos, en la cara dorsal del pie y en
dirección hacia adentro. De este modo favoreceremos que el pie quede en
eversión cuando vendemos el tobillo.
Dar dos vueltas
circulares en esta primera posición para fijar el vendaje.
Llevar la venda
hacia atrás para dar una vuelta alrededor del talón.
Continuar en forma
de ocho en el dorso del pie.
Dar la vuelta por
encima del talón, por el dorso del pie y por debajo del talón, dando dos o tres
vueltas completas.
Vendar la pierna
con vueltas en espiral o en espiga hasta justo por debajo de la rodilla
(englobando el vientre muscular de los gemelos por completo).
Esguince de
primer y segundo grado del ligamento medial o interno.
Se procederá de
igual modo que para el esguince lateral con las siguientes diferencias:
Colocar el pie en
ángulo de 90º con la pierna y en inversión.
Comenzar a vendar en
la cara dorsal del pie, justo por encima del inicio de los dedos, en dirección
hacia afuera. De este modo se favorece que el pie quede en inversión cuando se
vende el tobillo.
Esguince de
segundo grado.
Se procederá igual
que en los casos anteriores, respetando la posición del pie y la dirección del
vendaje según el ligamento dañado, aunque introduciendo un elemento previo al
vendaje que servirá para mantener el pie sujeto más firmemente en la posición
deseada. Se colocará una tira de venda adhesiva a modo de estribo desde la cara
interna de la pantorrilla, pasando por debajo del talón y subiendo hasta la
cara externa de la pantorrilla, ejerciendo una tensión moderada para que el pie
se quede en ángulo recto y eversión, en caso de esguince lateral.
Cuando el esguince
sea medial o interno, se colocará el estribo en la dirección opuesta (de fuera hacia
adentro) para mantener el pie en inversión.
En numerosas
ocasiones, el esguince de segundo grado se trata con la colocación de una
férula de escayola para asegurar una inmovilización completa durante todo el
periodo de recuperación.
Lesión del
tendón de Aquiles o del gemelo.
Cuando la lesión
está localizada en alguna de estas partes, bien sea por una contusión o por una
rotura, se aplicará el vendaje compresivo o inmovilizador del mismo modo que en
los casos anteriores, con la única diferencia de que se colocará el pie en
flexión plantar (en equino) para favorecer la relajación, tanto del tendón como
del músculo.
Colocación
de una Férula en el Tobillo
Se medirá desde el
principio de los dedos por la planta del pie (pliegue metatarsofalángico) hasta
justo por debajo de la rodilla por la cara dorsal de la pantorrilla (Simon
& Koeningnsknecht, 1987), de modo que queden abarcados por completo los
gemelos y sin que la férula impida la flexión de la rodilla.
Se protegerá la
piel del paciente con una malla tubular del algodón y se almohadillará las zonas
de prominencia óseas como son el talón, los maleolos y el principio y final del
vendaje.
A la hora de
aplicar la férula al paciente, se le pedirá que se coloque en decúbito supino
con flexión de 90º de cadera y rodilla, y se necesitará un asistente para que
sujete la férula contra la pierna del paciente mientras que colocamos el
vendaje que la mantendrá definitivamente.
En ocasiones no podemos contar con la colaboración de un compañero así que en estas circunstancias podremos pedirle que se acueste en decúbito prono, si su estado lo permite, y que flexione la rodilla 90º. En esta posición sólo tendremos que dejar caer la férula de yeso sobre la planta del pie del paciente y su propio peso ayudará a sujetarse mientras vendamos y a mantener el ángulo recto del tobillo.
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