Introducción,
conceptos y Valoración
Actuación en el
Servicio de Urgencias
Valoración de la
gravedad y estabilización respiratoria y cardiovascular.
ANAMNESIS COMPLETA:
hora del accidente, tipo de accidente (doméstico, laboral, agresión), mecanismo:
térmicas (85%), químicas, eléctricas, por radiación, posibilidad de inhalación
de gases, edad, enfermedades intercurrentes, etc.
EXPLORACIÓN
GENERAL: estado de consciencia, permeabilidad vía aérea, signos de inhalación de
humo (sospecha en incendios, espacios cerrados, quemaduras panfaciales,
vibrisas nasales quemadas, esputos carbonáceos, afonía, etc), pulso,
temperatura, presión arterial.
Atención a posible shock
(hipovolémico). Valoración de lesiones traumáticas asociadas. Desnudar al
paciente, ver y palpar toda la superficie corporal para valorar la extensión,
profundidad y localización de la quemadura.
Clasificación
de las quemaduras
Se clasifican según
extensión, profundidad y localización de la zona afectada. Va a determinar los criterios
de ingreso, el tratamiento y el pronóstico.
a) EXTENSIÓN:
-
Regla de los 9” o de Wallace:
es fácil de aplicar pero tiende a sobrestimar el área en un 3%.
– Regla de la palma y dedos de la mano
del paciente (mano = 1% superficie corporal), útil para estimar pequeñas
quemaduras < 15% o grandes quemaduras > 85% al sustraer el área no afectada
del 100%.
b) PROFUNDIDAD: la
estimación muestra un comportamiento dinámico, siendo necesario revalorar a las
24-72H e incluso varios días después en el caso de quemaduras químicas. La
profundidad puede aumentar por un tratamiento inadecuado o la presencia de
infecciones añadidas. Pueden coexistir áreas con diferente profundidad.
c) LOCALIZACIÓN:
existen zonas de especial consideración como la cara y el cuero cabelludo, las manos,
los genitales y las articulaciones por el mayor riesgo de secuelas funcionales
y estéticas.
Hay que tener en
cuenta también que las quemaduras tienen peor pronóstico en edades extremas
(niños y mayores de 60 años)
Exploraciones
Complementarias
Ante una quemadura
moderada o grave se debe solicitar: hemograma, bioquímica sanguínea (glucosa,
urea, iones, creatinina y amilasa), gasometría arterial (con carboxiHb, si
sospecha inhalación), estudio de coagulación y sistemático de orina.
Monitorización cardiaca en quemaduras eléctricas. Si se aprecia eritema
faríngeo está indicada una laringoscopia (si se confirman quemaduras, se
intubará al paciente).
Tratamiento
Ambulatorio:
1. Analgesia:
enfriamiento con agua a temperatura ambiente. Metamizol o un AINE pautado durante
los dos primeros días.
2. Profilaxis
antitetánica.
3. Cura local (ver
apartado de medidas específicas o tratamiento local).
4. Vigilancia de
infecciones (no antibioticoterapia profiláctica).
Hospitalario:
a) Medidas
generales
1. Vía aérea
permeable: administrar oxígeno al 100%. Intubación endotraqueal ante la sospecha
de lesiones por inhalación.
2. Vía periférica,
preferiblemente dos (en zonas no quemadas): 500ml Ringer lactato perfusión en
30 minutos y calcular líquido a administrar “Fórmula Parkland”.
3. Sondaje vesical
y medición diuresis horaria.
4. Sondaje
naso-gástrico si vómitos.
5. Analgesia: con analgésicos
opioides. Morfina: 2,5-10 mg iv en adultos y 0,1-0,2 mg/kg de peso en niños, la
dosis debe ser titulada según respuesta del paciente y luego pautada cada 4H.
6. Protección
gástrica.
7. Profilaxis
antitetánica.
8. Profilaxis
antitrombótica.
9. No pautar
antibióticos profilácticos de rutina.
10. Vigilar
equilibrio ácido-base: si aumento del lactato o anión GAP, sospechar
intoxicación por cianuros procedentes del humo.
Fórmula de Parkland
% Superficie
quemada* x kg peso x 4 ml = ml ringer lactato a administrar
(Si % de superficie
quemada es > 50 %: se calcula como si fuera 50)
• La mitad se
administra en las primeras 8 horas (contadas desde que se produjo el
accidente); el otro 50% en las 16 horas siguientes y el 2º día: 50% de lo
calculado para el 1er día.
b) Medidas
específicas o tratamiento local
1. Utilizar siempre
material estéril: limpiar los tejidos dañados con irrigación de suero
fisiológico (retirar previamente ropa quemada, anillos, pulseras, etc).
2. Enfriamiento,
que debe ser con agua a temperatura ambiente durante 20 minutos, si se realiza
en los primeros 30 minutos de la quemadura disminuye el dolor y la extensión de
la quemadura. No se recomienda el uso de hielo o agua fría ya que podría
aumentar el daño tisular por vasoconstricción. No se debe hacer enfriamiento
cuando la superficie de la quemadura es > 20% de la superficie corporal por
riesgo de hipotermia; en estos casos cubrir con compresas secas y derivar.
3. Cura de la
quemadura:
– Lavado con
abundante suero fisiológico y uso de antisépticos tipo clorhexidina
(clorhexidina al agua al 0,5%, elaborada por Servicio de Farmacia del
hospital). No se recomienda el uso de antisépticos colorantes como la povidona
yodada por posible enmascaramiento de las lesiones.
– Manejo de las
ampollas: las mayores de 3 cm de diámetro son susceptibles de ruptura espontánea
y se deben aspirar en condiciones estériles, las menores de 1 cm no precisan manipulación.
– Ante sospecha de
sobreinfección en quemaduras evolucionadas se deben tomar muestras, para
cultivo y antibiograma, de los exudados y si es posible del tejido.
– Quemaduras
epidérmicas o de 1er grado: aplicar corticoide tópico media potencia y emolientes
tipo vaselina estéril.
– Quemaduras dérmicas
superficiales o de 2º grado superficial: cubrir con gasas vaselinadas y/o
mupirocina pomada (Bactroban®) o ácido fusídico crema (Fucidine®). Se
desaconseja el uso de neomicina crema, nitrofurazona pomada (Furacin®) o de
apósitos que contengan bálsamo del Perú (Linitul®) por el alto riesgo de sensibilización
que presentan.
– Quemaduras
dérmicas profundas y subdérmicas o de 2º grado profundo y 3er grado: cubrir con
sulfadiazina argéntica (Flammazine®) y gasas vaselinadas.
4. Zonas de
especial consideración:
– Mano: ferulizar
en posición funcional.
– Articulaciones.
Inmovilizar rodillas y codos en extensión. Tobillos a 90º.
– Genitales:
sondaje vesical e ingreso hospitalario.
– Cara y cuero
cabelludo: curar en expositiva (sin vendar).
– Cuello: utilizar
collarín blando.
– Ojos: Ver esta entrada
5. Quemaduras
químicas: diluir con abundante suero fisiológico o agua destilada hasta obtener
sensación de alivio. No se recomienda neutralizar ya que puede profundizar la
quemadura y aumentar el área afectada. Si abundante reacción exotérmica o
aumento de dolor se recomienda aplicación de aceite de oliva sobre la zona
afectada.
6. Quemaduras
eléctricas: la lesión cutánea no refleja el daño profundo. Los pacientes requieren
mayor aporte de líquidos (9 ml/kg/% de superficie quemada). Se recomienda monitorizar
el ECG durante 48H en quemaduras por alto voltaje, vigilar y prevenir la
insuficiencia renal aguda por rabdomiolisis (volumen, manitol, bicarbonato), descartar
fracturas asociadas y valorar presencia de síndrome compartimental.
Normas
Previas al Traslado
1. Pedir
autorización a la Unidad/Centro de Quemados donde se quiera trasladar.
2. Los pacientes
deben ser trasladados una vez que se haya conseguido estabilizar constantes vitales
y la situación hemodinámica, y ante sospecha de compromiso de la vía aérea
(quemaduras naso-bucales, inhalación de humo, etc) siempre intubación
endotraqueal previa al traslado (ver medidas generales del tratamiento
hospitalario).
3. Aportar la mayor
información posible obtenida acerca del paciente: edad; hora-mecanismo tipo-clasificación
de la quemadura; constantes vitales que presentaba a su ingreso y durante su
estancia en Urgencias, así como los líquidos administrados especificando tipo,
cantidad, tiempo y diuresis.
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