sábado, 16 de enero de 2021

CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES INGRESADOS EN LA UNIDAD DE REANIMACIÓN POSTANESTÉSICA (URPA-REA)

La anestesia intenta minimizar los efectos nocivos de la cirugía, además de facilitarla y contribuir a solucionar los problemas que aparecen en toda intervención quirúrgica aunque también supone un trastorno de las funciones biológicas y de los refl ejos vitales, que requieren un tiempo para alcanzar la normalidad.

La  mayoría de los pacientes el período que sigue al acto quirúrgico transcurre sin incidencias, se pueden producir complicaciones que comprometan la vida del paciente. Por este motivo, los pacientes anestesiados, hasta que recobran las funciones biológicas, son mantenidos en vigilancia continua en las denominadas Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) y Unidad de Reanimación (REA).


Las funciones principales de estas unidades son la de vigilar al paciente hasta que de forma gradual recobre la situación previa a la intervención, manteniendo la homeostasis, previniendo y tratando las complicaciones del período postoperatorio.

• En la URPA (Despertar) ingresarán:

– Pacientes intervenidos en las unidades de CMA.

– Pacientes en los que se espera que no existan complicaciones de gravedad, bien por el tipo de intervención o por las características del paciente.

Permanecerán bajo vigilancia un tiempo variable y posteriormente serán enviados a su habitación para continuar su recuperación.

• En la REA ingresarán:

– Pacientes que por sus antecedentes (habitualmente grado ASA III o IV), por el tipo de cirugía, o que hayan presentado alguna complicación grave durante la anestesia (shock, hipoxemia, etc.) se consideran pacientes en estado grave.

Este tipo de paciente permanecerá en la Unidad hasta su estabilización (retirada de la ventilación mecánica, suspensión del soporte inotrópico, etc.).

• El paciente que ingresa, tiene que recuperar de forma progresiva la consciencia, en caso de haberse sometido a anestesia general, o la motilidad y la sensibilidad, en caso de haberse sometido a una técnica locorregional.

• El traslado desde el quirófano a la sala no se debe iniciar hasta que el paciente presente cierto grado de estabilidad hemodinámica, mantenga una vía aérea permeable con buena ventilación y oxigenación y un nivel de consciencia adecuado que le permita obedecer órdenes sencillas.

• Si el paciente pese a todo se encuentra inestable, se transportará intubado y monitorizado.

• También es necesario que los fármacos empleados hayan sido metabolizados o antagonizados:

– Bloqueantes neuromusculares: debe esperarse la reversión completa, o bien antagonizarse, si no tenemos la seguridad de que se hayan metabolizado por completo.

– Anestésicos inhalatorios: hay que cortar el flujo de gas al aire inspirado y esperar a que baje su concentración del aire espirado.

– Opioides: esperar el descenso de los niveles plasmáticos o antagonizar sus efectos.





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