FISIOLOGIA DEL DOLOR
En el contexto
hospitalario de pacientes con trauma, el dolor y la ansiedad deben ser
eliminados no sólo por razones éticas y humanitarias, sino también para evitar
respuestas fisiopatológicas que resultarían perjudiciales y contribuirían al
daño rápido y posiblemente irreversibles del organismo.
Además, al eliminar la
ansiedad se elimina también el sufrimiento del individuo y disminuye la
percepción dolorosa.
El dolor es una sensación desagradable y una experiencia emocional individual y subjetiva, por lo que su severidad no refleja objetivamente el daño del organismo. Fisiopatológicamente, el sistema nociceptivo puede ser activado por diversos estímulos (mecánicos, electromagnéticos, eléctricos, térmicos, químicos, etc.) cuyo carácter a priori les otorga una gran intensidad, llegando a constituirse como una amenaza para la integridad del cuerpo por la alta posibilidad de provocar una lesión tisular.
Si estos estímulos se
perciben como nocivos, se desarrolla una respuesta inflamatoria caracterizada
por los signos cardinales clásicos: dolor, rubor, calor, tumefacción (edema).
En respuesta al estrés secundario al dolor hay aumento de catecolaminas,
cortisol y glucagón. Aparecen síntomas tales como taquicardia, HTA, aumento de
la demanda miocárdica de O2, resistencia a la insulina, y por lo
tanto hiperglicemia, alteración de metabolismo de ácidos grasos y proteínas.
Monitorización del dolor
El dolor es una
experiencias subjetiva, la mejor forma de valorarlo es el dolor referido por el
paciente.
La escala con mayor
valor predictivo es la escala numérica de tamaño ampliado (escala de valoración
subjetiva)
Cuando el paciente no
puede comunicarse se usa Monitorización del dolor mediante la escala Behavioral
Pain Score (BPS) se basa en puntuar de 1 a 4:
- la expresión
facial del paciente
- la actitud de sus
extremidades superiores
- la sincronía con
la VM,
SEDACIÓN
Y ANALGESIA
La sedación y
analgesia durante el procedimiento (PSA) en emergencias, es definida por el
American College of Emergency Physicians como “una técnica de administración de
sedantes o agentes disociativos con o sin analgésicos para inducir un estado
que permita al paciente tolerar procedimientos desagradables mientras mantiene
la función cardiorrespiratoria”.
Sus principales
objetivos son:
a)
Proporcionar
un nivel óptimo de comodidad con seguridad (mínima depresión respiratoria,
hipoxia e hipotensión).
b)
Reducir
ansiedad y desorientación.
c)
Facilitar
el sueño y un adecuado control del dolor.
Por su parte, la
Asociación Americana de Anestesiología describe diferentes grados de sedación:
INDICACIONES
Las indicaciones
generales del uso de sedaciones y anestesia en pacientes son:
a) Aliviar el dolor y/o la ansiedad
relacionados con los procedimientos terapéuticos o de diagnóstico.
b) Relajar al paciente para disminuir
en lo posible su movimiento corporal y facilitar así los procedimientos.
c) Producir amnesia de un procedimiento,
evitando posibles traumas psicológicos en el paciente En un contexto de
pacientes con trauma, los principales procedimientos incluyen cardioversión,
reducción de fracturas, artrocentesis, drenaje de abscesos, reparación de
laceraciones, extracción de cuerpos extraños, punción lumbar, acceso vascular y
canulación.
COMPLICACIONES
Las complicaciones
relacionadas con la PSA se presentan en un 45% de pacientes con trauma, en
donde destacan la hipotensión y taquipnea.
Otras posibles
complicaciones incluyen apnea, aspiración, bronco y laringoespasmos,
inestabilidad cardiovascular, arritmias, vómitos, hipoxia y compromiso
respiratorio (frecuentemente estridor); sin embargo, estos están relacionados
con factores específicos de cada paciente, como la edad, enfermedades previas y
medicación.
Se debe tener en
cuenta que las complicaciones que presente un paciente de trauma que reciba PSA
depende de varios factores: edad, comorbilidades, fármacos diarios del
paciente, tipo y severidad del trauma, medicación y procedimiento utilizado
para la PSA.
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